AMLO ataca a la DEA tras la exoneración de Cienfuegos, el poderoso general acusado de narcotráfico

infobae.com

El presidente Andrés Manuel López Obrador arremetió contra la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) el pasado viernes, acusándola de fabricar un caso de narcotráfico contra el ex secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, con comentarios que subrayaron el frágil estado de las relaciones con Washington mientras el presidente electo Joe Biden se prepara para asumir el cargo.

“¿Por qué hicieron esta investigación de esta manera? ¿Sin sustancia, sin pruebas?” exigió el mandatario en su rueda de prensa diaria, refiriéndose a la DEA y a su caso contra el general retirado Salvador Cienfuegos.

Cienfuegos fue arrestado el 15 de octubre en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles y fue acusado de trabajar con el cártel H-2 en el envío de miles de kilos de heroína, cocaína, metanfetamina y marihuana a Estados Unidos. Frente a la furia del gobierno mexicano, el Departamento de Justicia de Estados Unidos abandonó el caso al mes siguiente y envió a Cienfuegos de regreso a casa para una investigación. Sin embargo, el pasado jueves la Fiscalía General de la República (FGR) anunció que no había encontrado motivos para acusar al general, quien se desempeñó como ministro de Defensa de 2012 a 2018.

Salvador Cienfuegos (Foto: REUTERS / Carlos Jasso / Foto de archivo)Salvador Cienfuegos (Foto: REUTERS / Carlos Jasso / Foto de archivo)

Cienfuegos fue el funcionario mexicano de mayor rango detenido en Estados Unidos por cargos de drogas. El arresto enfureció a los militares, que se han convertido en un pilar del gobierno de López Obrador, responsable de la lucha antidrogas y una plétora de otras actividades, incluida la construcción de aeropuertos y ferrocarriles. En diciembre el gobierno mexicano aprobó una ley que limita la capacidad de la DEA para trabajar en México.

López Obrador dijo el viernes que haría públicos los cientos de documentos de evidencia que el Departamento de Justicia envió a México, a pesar de que estos podrían enojar al gobierno de Estados Unidos. Estas evidencias consisten principalmente en mensajes de BlackBerry interceptados, en los que una figura misteriosa conocida como “el Padrino” se comunica con presuntos traficantes. Los fiscales estadounidenses habían dicho que Cienfuegos era el individuo oscuro, un cargo que el exministro ha negado.

El embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, explicó la decisión de EEUU de retirar los cargos contra Cienfuegos: les dijo a los periodistas mexicanos esta semana que los fiscales estadounidenses “no necesariamente comprenden todas las repercusiones de sus decisiones” cuando acusan a un dignatario extranjero, según informes de los medios.

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Los fiscales de la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Este de Nueva York han insistido en que su caso era sólido, pero los funcionarios mexicanos han argumentado lo contrario.

La exoneración de Cienfuegos desató duras críticas por parte de analistas mexicanos, quienes acusaron a López Obrador de dar marcha atrás en sus promesas de campaña para atacar la corrupción y la impunidad. El presidente lo negó y trató de culpar del episodio a la DEA, insinuando teorías de conspiración de incluían una supuesta venganza contra el ejército de México.

“Creemos que se debe acabar con la impunidad, y por supuesto con la corrupción, pero también que no puede haber represalias, venganza y no se pueden inventar delitos”, dijo López Obrador. Acusó a la DEA de tener “poca profesionalidad” y de torpedear la relación entre su gobierno y la administración Trump.

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El Departamento de Justicia, por su parte dijo: “Estados Unidos se reserva el derecho de reiniciar el enjuiciamiento de Cienfuegos si el Gobierno de México no lo hace”.

Los analistas dijeron que los comentarios de López Obrador eran un mensaje para Biden tras el arresto que sorprendió a altos funcionarios mexicanos y generó preocupaciones de que ellos también estuvieran siendo vigilados por agentes estadounidenses. El presidente le pidió a Biden que “mejore la coordinación y la comunicación entre los dos países en materia de seguridad”, dijo Gustavo Mohar, un ex alto funcionario de inteligencia.

Otro ex alto funcionario de inteligencia, Guillermo Valdés Castellanos, dijo que las declaraciones de López Obrador equivalían a “una señal muy complicada” para Biden.

(Foto: Jovani Pérez Silva/Infobae México)(Foto: Jovani Pérez Silva/Infobae México)

“Seguimos en una dinámica de distanciamiento y conflicto y no de reconstrucción” de la relación, dijo. “Ojalá la gente de Biden tenga las habilidades diplomáticas para convencer al gobierno mexicano de que es importante cooperar”.

México es un actor crucial en el esfuerzo antinarcóticos; es la principal fuente de heroína y metanfetamina que llegan a los Estados Unidos, así como un importante corredor de cocaína y fentanilo. López Obrador, un izquierdista de larga data que asumió el cargo en 2018, se ha mostrado abiertamente escéptico al hablar sobre la “guerra contra las drogas”, pero al mismo tiempo su gobierno ha mantenido los esfuerzos antinarcóticos con Washington y extraditó a decenas de presuntos traficantes.

El caso de Cienfuegos, sin embargo, ha enfriado la cooperación.

Carl Pike, un exagente de la DEA que trabajó en asuntos de México durante años, dijo que los criminales serían los beneficiarios.

“La mayor amenaza que tenían los cárteles, lo más importante en su contra, era la relación que tenían Estados Unidos y México”, dijo.

La FGR dijo en un comunicado que concluyó que Cienfuegos “nunca tuvo ninguna reunión” o contacto con el cartel H-2, y “nunca dio ninguna orden para ayudar al grupo criminal”.

Tampoco había señales de que tuviera ganancias ilegales, según la fiscalía.

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