El Cártel del Pacífico, con sus diversos brazos armados, ha tomado el estado de Durango para establecer un santuario de protección para sus líderes
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DURANGO.
El Cártel del Pacífico, con sus diversos brazos armados, ha tomado el estado de Durango para establecer un santuario de protección para sus líderes que se pasean libremente por las calles o partes serranas para evitar ser objetivos de los operativos de las Fuerzas Armadas.
De acuerdo con el oficio de la Fiscalía General de la República (FGR) FGR/UTAG/DG/001501/2019, durante la gestión del gobernador José Rosas Aispuro Torres, las organizaciones delictivas denominadas “Los Cabrera”, encabezadas por José Luis Cabrera Sarabia y el Cártel del Poniente, se han establecido en diversas zonas del estado bajo la protección de diversas autoridades estatales.
Estos brazos armados de la organización criminal encabezada por Ismael Zambada, alias “El Mayo” Zambada, han tejido sus redes de complicidad con elementos de las policías estatales y de la Fiscalía General del Estado para la comisión de delitos que van desde el cobro de piso, extorsión, secuestro, ejecuciones, trasiego de droga y venta de estupefacientes, principalmente en la zona de La Laguna.
Durango está dentro del llamado Triángulo Dorado (Chihuahua, Durango, Sinaloa) utilizado por años por el exlíder de la organización criminal, Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, el “Chapo” Guzmán, cuando era perseguido por las autoridades federales.
Hoy en día los brazos armados de este cártel siguen haciendo de las suyas alreclutar jóvenes de 14 a 17 años de edad para el sicariato de acuerdo con investigaciones y detenciones que han realizado elementos del ejército mexicano.
De acuerdo con el oficio 0000700117719 de la Secretaría de la defensa Nacional (Sedena) del 2016 a la fecha se han detenido en los municipios de Gómez Palacio, Pueblo Nuevo, Durango, Santiago Papasquiaro, Lerdo, Simón Bolívar alrededor de 29 niños y jóvenes pertenecientes a “Los Cabrera” y “Cártel del Poniente y/o de La Laguna y/o Los Bardales”, dedicados a la comisión de delitos federales, como el trasiego de droga, ejecuciones, cobro de piso y extorsión, todo esto en complicidad con autoridades estatales.
El control que ejerce el cártel del Pacífico quedó en manifiesto durante el 2010 cuando se descubrió que los internos de la cárcel de Gómez Palacio purgaban sus condenas durante el día; sin embargo, por las noches salían de sus celdas para hacer labores de sicariato por encargo.
A través de diversos videos difundidos se dio a conocer que varios internos salieron de la cárcel local para ejecutar a 17 personas en una fiesta que se celebraba el 18 de julio de 2010, todo esto con el conocimiento de la entonces directora del penal, Margarita Rojas.
A nueve años nada ha cambiado en Durango. Las células del crimen organizado siguen haciendo de las suyas con ejecuciones, balaceras y mantas donde se resalta una “limpia” de las organizaciones contrarias a las establecidas en la entidad.
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