El matrimonio que aseguró haber sido abducido por los extraterrestres

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Se cumplen 60 años desde que en la madrugada que iba del 19 al 20 de septiembre de 1961, un matrimonio de mediana edad compuesto por Betty y Barney Hill (42 años ella y 38 él) vivieron el episodio más extraño de sus existencias (según el relato posterior de estos) al confesar que habían sido abducidos por los extraterrestres.

A la izquierda el matrimonio Betty y Barney Hill y a la derecha una placa conmemorativa en el lugar exacto donde tuvo lugar el supuesto avistamiento ovni y posterior abducción extraterrestre (imágenes vía Wikimedia commons)
A la izquierda el matrimonio Betty y Barney Hill y a la derecha una placa conmemorativa en el lugar exacto donde tuvo lugar el supuesto avistamiento ovni y posterior abducción extraterrestre (imágenes vía Wikimedia commons)

Aquella noche el matrimonio Hill regresaba de sus vacaciones en Canadá e iban en el coche hacia su casa, en la localidad de Portsmouth (Estado de Nuevo Hampshire, en noreste de EEUU), cuando de repente un destello desde el cielo, en aquella oscura noche de septiembre, los cegó por un momento.

Creyendo que se trataba de una estrella fugaz, Barney detuvo el automóvil en el arcén y bajaron para observar el firmamento con unos prismáticos que llevaban. En los últimos meses Betty se había convertido en una persona muy aficionada a los temas de ufología, sobre todo desde que su hermana le había explicado que en cierta ocasión había avistado un ovni.

La esposa estaba convencida que aquel destello que habían visto se trataba de un platillo volante que provenía del espacio exterior, pero Barney no creía demasiado en esos temas, insistiéndole para que volviesen a subirse al coche, ante el miedo que apareciera algún oso (muy común por aquella zona montañosa).

Ella le insistió para que Barney mirase también por los prismáticos y según relató al día siguiente, tenían sobre ellos un objeto volante con forma de disco con un gran número de luces parpadeantes y de diversos colores. Subieron al coche y se dirigieron hacia el punto en el que parecía estar aquel ovni, teniendo unas sensaciones extrañas y escuchando unos indescriptibles sonidos. De repente ya no recordaban nada más, pero sin saber cómo, se encontraban entrando con el automóvil en la población de Portsmouth, habiendo transcurrido dos horas, sin tener la más remota de idea sobre qué había ocurrido en aquel lapso de tiempo. Otra cosa que les alarmó fue que llevaban sus ropas rotas y sucias.

No sabían bien lo que les había sucedido y decidieron escribir en unas hojas todo aquello que podían recordar: el destello de luz, la forma del platillo, los sonidos que escuchaban, las sensaciones que experimentaron…

No fue hasta un día después (en la mañana del 21 de septiembre) cuando Betty decidió telefonear y solicitar hablar con algún responsable de la Fuerza Aérea estadounidense, con el fin de explicarle la extraña experiencia. La mañana siguiente recibió la llamada del mayor Paul W. Henderson, a quien explicó lo sucedido con todo tipo de detalle (de lo que se acordaba, evidentemente) y el informe del militar fue que quedaba descartado cualquier tipo de avistamiento o contacto extraterrestre, pudiendo confundir muy probablemente el planeta Júpiter con un ovni. Por parte de las fuerzas armadas se le dio carpetazo al asunto.

Pero Betty y Barney Hill no quedaron de acuerdo con aquella resolución, contactando con algunos medios periodísticos locales, con el fin de explicarles todo lo sucedido y dar publicidad a su experiencia.

Pero había muchos detalles sobre lo sucedido que se les escapaba y que no podían recordar con claridad, por lo que decidieron acudir a la consulta del psiquiatra Benjamin Simon, quien a través de la hipnosis regresiva les aseguró que podría sacar toda la información que les faltaba por saber.

Mediante aquellas sesiones empezaron a explicar detalles que hasta entonces no habían dicho, como la descripción de unos supuestos extraterrestres de un metro y medio de altura, de piel grisácea, sin nada de cabello, cabeza en forma de pera, grandes ojos y pequeña boca y nariz.

También pudieron recordar que durante aquellas dos horas que habían quedado en blanco, habían sido abducidos, llevados al interior del platillo volante y examinados por los extraterrestres (como si de una revisión médica se tratara), comunicándose estos a través de la telepatía.

Durante los siguientes meses, el matrimonio Hill apareció en todo tipo de shows televisivos, ofrecieron docenas de entrevistas a la prensa y se convirtieron en dos personajes mediáticos.

El caso de Betty y Barney Hill consta como el primero que hace referencia a una abducción extraterrestre, al menos que se dio cobertura a través de la prensa.

En 1969 falleció Barney Hill a consecuencia de un cáncer de pulmón y Betty decidiría a partir de aquel momento desaparecer de los focos mediáticos y llevar una vida más tranquila y anónima. Muchos son quienes los tacharon de mentirosos e incluso de señalarla a ella como demente. A pesar de ello, el extraño suceso supuestamente vivido por este matrimonio sirvió para inspirar numerosas historias literarias, películas y series de televisión, que actualmente todavía toman datos y referencias por lo que explicaron.

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