La obra fue propiedad de Juan Gabriel y, supuestamente, también de César Duarte
Diego Rivera es uno de los artistas más importantes de Latinoamérica, por lo que todas sus obras están protegidas y tener una de ellas cuesta millones de pesos, por ello ha sido una polémica que hasta hoy se desconozca en dónde está el retrato que hizo de María Félix.
Desde su creación, la pintura de 11 x 15.6 centímetros de La Doña ha sido tema de conversación, pues incluso María lo aborreció desde que lo vio finalizado, en 1949.
En una entrevista con Jacobo Zabludovsky, la protagonista de Enamorada reveló que discutió con el muralista cuando vio el resultado de lo que había hecho con su imagen porque la pintó semidesnuda, además de que no le gustaba el estilo de Diego, así como tampoco el de Frida Kahlo.
“Yo quería que me pintara de Tehuana, pero dijo que era muy vulgar, no quiso, entonces me pintó como él quería”, dijo la actriz.
Ya que a María no le gustó que la hubiera retratado con encajes, dejando ver su pecho, le pidió a un albañil que le pusiera pintura blanca en algunas zonas, de esa forma estaría cubierta. Sólo de esta forma ella estuvo conforme con el resultado y lo tuvo expuesto en su sala por un tiempo; Rivera nunca supo de esta modificación.
A Diego, por el otro lado, sí le gustaba su obra, incluso quería que se la prestara para mostrarla en alguna exposición, pero ella se negó y esto provocó una discusión por la que el pintor no le habló por un año
Los últimos dueños de “Retrato de María Félix”
Años después, María Félix vendió el retrato al doctor José Álvarez Amézquita porque a Alexander Berger, su entonces esposo, no le gustaba el cuadro.
Pero el último comprador no fue Álvarez Amézquita, sino Juan Gabriel, quien lo adquirió en la época en que se convirtió en fiel admirador de La Doña.
Fue en la década de los 70 que el Divo de Juárez compró el cuadro por 15 millones de pesos, en los mismos años que compuso María de todas las Marías y la comparó con la Virgen de Guadalupe.
Juan Gabriel siempre fue admirador de María y hacía lo posible por convivir con ella (Captura de pantalla de YouTube-RETREANDO MIX)La pintura estaba en la casa que Juanga tenía en Las Vegas, según la hija de Lucha Villa, Rossy Miller. Ahí, en Estados Unidos, fue el último lugar donde lo vio Rossy, una de las únicas personas que vio en vivo a la obra.
Con la muerte de Juan Gabriel, se perdió por completo la pista del retrato, algunos piensan que el cantante lo regaló o que está a la venta en el mercado negro.
También hay quienes piensan que el cuadro está perdido entre las pertenencias que el intérprete de Así fue dejó a su muerte, es decir, que pasó a manos de su heredero universal y albacea, Iván Gabriel.
María fue retratada por diferentes artistas, pero no le gustaba el trabajo de todos, por lo que algunos de sus cuadros se subastaron al quedar en manos de terceros (INAH)No obstante, uno de los problemas que hay para dar con el paradero del retrato es que la herencia del cantante está en disputa.
En 2020 hubo un atisbo de esperanza cuando el abogado Guillermo Pous afirmó que el cuadro estaba en manos de César Duarte y el heredero interpondría una denuncia para obtenerlo de vuelta, pero hoy se desconoce si verdaderamente el exgobernador fue dueño de la pintura.
¿Cómo era la relación entre María Félix y Diego Rivera?
María siempre relató que mantenía una muy estrecha relación con Diego y Frida Kahlo, a quienes apreciaba por las personas que eran, no por ser artistas. La actriz llegó a pasar días y noche en la famosa Casa Azul, viéndolos trabajar y conviviendo con ellos.
Félix y Kahlo eran grandes amigas porque tenían personalidades similares, ambas se consideraban graciosas e inteligentes (Getty Images)En algunas ocasiones la relación se tornó incómoda para todos, pues La Doña estaba consciente de que el muralista estaba enamorado de ella, así como Kahlo también lo sabía.
Diego incluso le propuso matrimonio a la histrionisa, quien lo rechazó; Frida le pidió a su amiga que aceptara la propuesta, pero María nuevamente se negó.
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