Encontró invadida su casa por falso agente de seguridad que cuida Palma Real

*La policía Municipal de Bahía de Banderas, tuvo conocimiento de los hechos, pero levantó reporte sin los datos del delincuente. Hace dos años la Propietaria, profesora jubilada de la Ciudad de México, dejó de venir a su casa luego del fallecimiento de su esposo. Este viernes 19 de enero 2018, al llegar a su casa se llevó la gran sorpresa, ahí vivía un invasor que fue contratado por la presidente de la Asociación de vecinos para cuidar el fraccionamiento

Por Paty Aguilar

Una gran sorpresa se llevó un par de mujeres de la tercera edad que viajaron desde la Ciudad de México, para visitar la casa de una de ellas en el fraccionamiento Palma Real de la comunidad de San Vicente, Bahía de Banderas, Nayarit. Su casa estaba invadida por un supuesto guardia de seguridad de nombre, Juan José Gómez Jiménez, que junto con otros personajes que al parecer también viven en casas que no son de ellos en el mismo fraccionamiento, fueron contratados para vigilar el fraccionamiento por parte de la actual presidente de la Asociación de Vecinos de este fraccionamiento. Por supuesto, el tipo fue echado de inmediato del lugar gracias al valor de estas dos mujeres de la tercera edad que son profesoras jubiladas y que lo enfrentaron dentro del domicilio hasta que lo sacaron del lugar ante la presencia de policías municipales.

Pero también se dieron cuenta que este sujeto tenía contrato de la CFE a su nombre, asimismo contaba con servicio de agua potable sin haber hecho la propietaria ninguno de los dos contratos.

Los hechos ocurrieron en el domicilio Costa Coral 194 este viernes 19 de enero 2018 alrededor de las 3 de la tarde luego de que ambas mujeres llegaron en camión foráneo a Bahía de Banderas con la finalidad de revisar su casa y realizar trámites de la misma como pago de predial y otros, motivo por el cual, traían consigo las escrituras y demás documentación tanto de la casa como de la plena identificación de la propietaria que por cierto, sigue pagando su casa.

Cuando arribaron a la casa, vieron en el segundo piso a un niño que asomó su cabeza por la ventana, hecho que las sorprendió pero a la vez, las indignó. Se acercaron a la puerta que no tenía chapa, la habían votado, la abrieron y se metieron, fue entonces que desde el segundo piso por las escaleras bajó el individuo y la propietaria de la casa le reclamó y le pidió que en ese momento se saliera de su casa.

Previamente, para fortuna y desfortuna de ambas mujeres, una patrulla pasó por la calle principal del fraccionamiento y le llamaron la atención, el conductor, policía municipal que tiene su domicilio en ese fraccionamiento, atendió el llamado, pero al saber de qué se trataba, les dijo que él en ese momento no estaba de servicio que le llamaría a otra patrilla para que las atendiera mientras que trató de hacer sentir culpable a la propietaria de la casa por haber abandonado su casa durante dos años y que su intención de sacar al fulano de su casa podría constituir un delito, por supuesto, la profesora no se amilanó, al contrario, le hizo saber que esa era su casa, que el delincuente era el invasor, entonces el policía se retiró y minutos después llegó la otra patrulla.

La actuación de estos otros policías también estuvo fuera de lugar ya que solo tomaron datos de la propietaria, más no del delincuente que para esos momentos ya había pedido apoyo a sus “Amigos” para sacar sus cosas no sin antes resistirse para que la señora le diera unos días para salirse de su casa.

Cuando los individuos llegaron con una camioneta para ayudar al invasor, uno de los policías reconoció a uno de ellos y le dijo “otra vez tu” es decir, se trata de una banda de invasores de casas ajenas de los cuales los policías tienen conocimiento y no actúan contra ellos. El invasor que fue atrapado infraganti no fue detenido porque la propietaria, todavía afectada por la situación, cuando se le preguntó si deseaba presentar una denuncia, esta les dijo que no, que lo que quería era que este hombre se saliera de su casa.

Uno de los policías, al ver que el hombre insistía en pedir a la dueña de la casa unos días para salirse de la casa, lo llevó hacia la parte de la trasera de la casa y habló con él, luego el hombre ya con ayuda de los otros que llegaron a ayudarle, finalmente se salió del lugar. Los policías en ningún momento tomaron datos generales del sujeto, solo de la propietaria, según manifestaron en entrevista ambas mujeres.

Cuando el sujeto y los policías se retiraron del lugar, cuando ambas mujeres revisaron su casa se dieron cuenta que esta estaba desvalijada, les habían robado varias camas de aire, sillas y otros enseres domésticos, es decir, los policías no atendieron debidamente el delito, no revisaron la casa junto con la señora para que esta se diera cuenta si le hacía falta algo de sus pertenencias, no, aprovechando la vulnerabilidad de las mujeres que aunque aparentemente se llenaron de valor para enfrentar al invasor, estaban temerosas de una reacción violenta por parte del mismo, motivo por el cual su reacción inmediata fue deshacerse del tipo que cínicamente les hizo saber que sus hijos tenían derecho y que ella no podía sacarlo de su casa debido al derecho de los niños, argumento que no le funcionó porque la propietaria le dejo claro que esa era su casa y que él estaba afectando en todo caso el derecho de una persona de la tercera edad que con el trabajo de toda su vida había comprado esa casa.

Pero lo más grave de la situación fue que el primer policía que atendió el llamado, trato de indagar quién o quiénes le habían informado a la propietaria de la casa que esta estaba invadida. La profesora, sorprendida por la pregunta le hizo saber que ella no había sido avisada por nadie, que esa era su casa y podía llegar a ella a la hora y el día que quisiera, pero el policía trato por todos los medios en saber quién le había avisado, insistió en varias ocasiones, dialogo que horas después, ya más tranquilas por la situación, consideraron un actuar sospechoso de parte de este policía y de los que llegaron después a levantar el reporte que solo se limitaron a tomar los datos generales de la propietaria de la casa que más tarde se enteró que el invasor trabajaba como “agente de seguridad” del propio fraccionamiento contratado por la presidente del comité de vecinos de Palma Real.

Es decir, este fraccionamiento tiene personas que supuestamente vigilan el fraccionamiento que no pertenecen a ninguna corporación de seguridad privada lo cual es una seria irregularidad que debe ser investigada por parte de seguridad pública municipal y del estado, porque están ejerciendo un cargo para lo cual no están debidamente calificados o respaldados por una empresa de seguridad privada lo que deja en estado de indefensión a los habitantes de este populoso fraccionamiento.

Cabe mencionar finalmente, que en la casa se encontraron recibos de la CFE al parecer a nombre del invasor, pero también otro recibo de la CFE y del OROMAPAS de otros domicilios del fraccionamiento.

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