De escuelas públicas, los tres estudiantes con 10 en prueba de ingreso a bachillerato

*Sabían que habían resuelto bien el examen de ingreso al bachillerato, pero nunca imaginaron que obtendrían una calificación perfecta…

jornada.unam.mx

Sabían que habían resuelto bien el examen de ingreso al bachillerato, pero nunca imaginaron que obtendrían una calificación perfecta, 128 aciertos en la evaluación aplicada por la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (Comipems), a la que se presentaron poco más de 319 mil aspirantes, de los cuales 185 mil 659 solicitaron, como primera opción, su ingreso a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la institución con mayor demanda de acceso en el país.

Adrián, Teresita y Luis Alberto tienen en común el haber cursado toda su formación básica en escuelas públicas, su interés por la ciencia y las matemáticas, y el ser constantes y disciplinados, porque no existen fórmulas mágicas, aseguran, pero también que contaron con padres que apoyaron nuestra curiosidad y que se desarrollan profesionalmente en el campo de la ingeniería, la medicina y las matemáticas.

En entrevista con La Jornada, señalan que lo más interesante que te pasa cuando aprendes algo es que ese conocimiento lo puedes aplicar de muchas formas y siempre hay una ocasión en la que te va a servir. Resolver un examen es una de ellas, pero no la única, aseguran.

Hoy, los tres forman parte de los 33 mil jóvenes que podrán ingresar a la UNAM para cursar su bachillerato, institución que sólo cuenta con espacios educativos para menos de dos de cada diez adolescentes que solicitan ingresar a sus aulas.

Por separado, coinciden en que durante su primaria y secundaria contaron con buenos maestros. Adrián, quien estudió en la secundaria anexa de la Escuela Normal Superior de México, afirma haber tenido todo tipo de profesores, pero afortunadamente los he tenido muy buenos; lo que me ha ayudado mucho, especialmente en la secundaria, por eso valoro mucho mi escuela, a pesar de que fue muy exigente, sí te deja algo, soy más disciplinado y comprometido.

Con una destacada trayectoria académica en educación básica, todos aspiraban a alcanzar un resultado satisfactorio, que les permitiera ingresar al Colegio de Ciencias y Humanidades, plantel Sur, en el caso de Luis Alberto; la Escuela Nacional Preparatoria número 5, para Teresita; y la Escuela Nacional Preparatoria número 6, Adrián.

Antes de presentarse a la prueba, reconocen, se prepararon durante meses. Con disciplina y constancia, aseguran, dedicaron la mayor parte de su tiempo libre a repasar los conocimientos adquiridos y a practicar la resolución de exámenes estandarizados.

En el caso de Luis Alberto, a quien le gustaría estudiar medicina en la UNAM, igual que su papá, señala que a su escuela secundaria llegaron representantes de diversas universidades privadas para realizar pruebas de simulación, que fue la única práctica adicional que realizó, además de resolver la guía propuesta por Comipems y sus pruebas virtuales.

Teresita, quien cursó su secundaria en el Centro de Educación Artística Diego Rivera del Instituto Nacional de Bellas Artes, y sueña con ser astrofísica, considera que sus profesores fueron muy importantes en su formación. Todos mis maestros me aportaron conocimiento, aprendí mucho, pero también realice exámenes de simulación, hice tutorías, resolví la guía de Comipems y tomé un curso para fortalecer mis conocimientos.

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