La ASF detecta irregularidades en compra de pipas por desabasto de gasolina en 2019

Los vehículos fueron entregados 15 días más tarde de lo planeado, y en los primeros dos meses sólo se utilizaron 29 de ellas para realizar 44 traslados de gasolina, según reportó la Auditoría Superior de la Federación.

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CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- La adquisición multimillonaria de pipas en Estados Unidos, realizada en emergencia por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en enero de 2019 para suplir el corte de gasolinas derivado del cierre de ductos, estuvo marcada por irregularidades.

Los vehículos fueron entregados 15 días más tarde de lo planeado, y en los primeros dos meses el gobierno federal sólo utilizó 29 de ellas para realizar 44 traslados de gasolina, según reportó la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

Es más: la adquisición de 612 pipas no se vio reflejada en un aumento del transporte de combustible terrestre en 2019, según la ASF, y Pemex no supo explicar por qué; la petrolera incluso afirmó que “en ningún momento se atendió una situación de desabasto, sino una problemática de distribución de productos de las costas al centro del país”, en contradicción abierta con las medidas de emergencia impulsadas por el gobierno federal.

A las tres semanas de llegar a la Presidencia de la República, López Obrador anunció el arranque de un combate frontal y militar contra el robo multimillonario de combustible en Pemex –también conocido como huachicol–; acto seguido, ordenó cierres  “programados y supervisados” de ductos, lo que provocó el desabasto de gasolinas en la mayor parte del país y requirió el transporte diario de 200 mil barriles de combustible por carreteras.

De emergencia, una delegación del gobierno mexicano, encabezada por el canciller Marcelo Ebrard Casaubón, e integrada por Graciela Márquez Colín, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros y Raquel Buenrostro Sánchez –entonces respectivas secretarias de Economía, de la Función Pública y titular de la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda– viajó a Nueva York con la encomienda de López Obrador de comprar las pipas, por un monto superior a los 94 millones de dólares.

El dinero salió de la empresa I.I.I. Servicios, S.A. de C.V., una filial no paraestatal de Pemex, con base en un préstamo de PMI Norteamérica –otra filial de la petrolera– bajo un esquema de compra nombrado “Mecanismo competitivo para la selección de proveedores de auto tanques”, el cual no estuvo regular ni estuvo sustentado en ningún “convenio, contrato, adjudicación o cualquier acto de naturaleza jurídica o administrativa”.

Es más: según la ASF, al pasar por I.I.I., la compra de pipas no fue efectuada conforme a la ley de Pemex, lo que la petrolera no supo justificar. De acuerdo con la ASF, tanto Pemex como su filial Pemex Logística (PLOG) “llevaron a cabo una gestión administrativa deficiente en la adquisición de pipas”, lo que no garantizó “las mejores condiciones disponibles en cuanto a precio, calidad, financiamiento y oportunidad”.

Aparte, la ASF detectó que en un primer momento, I.I.I. formalizó la compra de 779 unidades a siete empresas, que se redujo a 679 que se materializaron en la recepción de 612 autotanques; por ellas, la empresa reportó que pagó 99 millones 679 mil dólares, es decir, 5 millones 379 mil dólares más que lo contratado.

Peor aún: una vez la compra realizada, los autotanques “no fueron entregados con la oportunidad requerida, no cumplieron la totalidad de las especificaciones técnicas establecidas en las Normas Oficiales Mexicanas (NOM), no se efectuó la inspección de los bienes recibidos, ni se distribuyeron con base en las necesidades de abastecimiento y se identificaron deficiencias en la operación, resguardo y mantenimiento de los vehículos”, deploró la ASF.

Según la ASF, la empresa I.I.I. recibió las primeras 25 pipas el 5 de febrero, 15 días después de la fecha pactada con la delegación del gobierno federal –que era el 21 de enero–; las primeras empezaron sus recorridos el 7 de febrero desde Ciudad Juárez, Ello atrasó entre 18 y 22 días la utilización por parte de Pemex para suplir el abasto de gasolina, “situación que desestimó la emergencia de abasto de combustible declarada”.

El 13 de marzo de 2019, I.I.I. rentó formalmente 612 pipas a Pemex, que acordó con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que la institución castrense resguardaría y operaría los vehículos; para ello, contrató a mil 671 conductores.

Sin embargo, durante los primeros dos meses de operación –en febrero y marzo–, la ASF observó que solamente 29 de las 612 pipas realizaron 44 recorridos, con los cuales suministraron apenas un millón 811 mil litros de gasolina a 32 gasolineras, y sus recorridos “se efectuaron 26 días naturales posteriores a la fecha señalada por el gobierno federal”; de acuerdo con la ASF, Pemex no pudo explicar por qué las 583 pipas restantes –el 95%– no operaron “para la entrega de productos a otras estaciones”.

Para justificar la compra de pipas, el gobierno federal aseguró que se incrementaría en una cuarta el transporte de gasolinas via terrestre; sin embargo, la ASF observó que esta promesa quedó letra muerta, pues la cantidad transportada por carretera incluso se redujo en un 0.1% en 2019.

“La compra inmediata de auto tanques no impactó en el aumento de la capacidad de transporte de estos insumos por medios terrestres en un 25.0% de acuerdo con la meta prevista por el Gobierno Federal y denota que no fue una medida eficaz que favoreciera el abastecimiento con un margen de suficiencia importante a todas las estaciones de distribución del país”, sentenció.

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