Pensé en quitarme la vida: Rosy, quien perdió a sus 3 hijos en ataque a un anexo

El Servicio Médico Forense en Irapuato se saturó por la cantidad de cuerpos que fueron presentados

heraldodemexico.com.mx

Rosy perdió a 3 de sus hijos en el ataque al anexo “Buscando el camino a mi recuperación”, al igual que otras 24 personas que fueron víctimas de una agresión con armas de fuego llevada a cabo en Guanajuato.

Los diferentes testimonios de los habitantes de Arandas, comunidad ubicada en Irapuato, coinciden en que en el centro que fue atacado el pasado 01 de julio.

Trataban bien a los muchachos; incluso el dueño era un personaje conocido en la comunidad por apoyar a los jóvenes, mencionan los lugareños.

Reciben el pésame
Mientras llegan de poco en poco los cuerpos de las víctimas, una vez que les practicaron la autopsia en las diferentes unidades del Servicio Médico Forense del estado, los testimonios de los familiares reflejan el dolor y la impotencia.

La esperanza de verlos rehabilitados y la falta de opciones formales para ayudar a sus parientes adictos, los llevó a depositar la confianza en el anexo que se convirtió en el escenario de la masacre.

“Haga de cuenta que habían matado puercos, un tiradero de sangre, todos con los ojos despedazados, todos despedazados sin cabeza, todos floreados de su cuerpo, fue muy feo”.

Con estas palabras, Natalia, mamá de Marco Antonio, que tenía 31 años y llevaba 2 meses y medio en el anexo, narra la forma en la que vio los cadáveres de los fallecidos.

Afirma que ella le advirtió a su vástago que no se anexara porque agresiones de este tipo se estaban llevando a cabo, pero que él le dijo que no tenían por qué tener miedo por que el dueño del lugar no tenía cuentas con nadie y era confiable.

Perdió a sus tres hijos

“Meter uno a sus hijos en una ratonera sin salida, no es bueno, si ya le ha de tocar morir en la calle, que mueran en la calle, pero que mueran defendiéndose, no como ratas en el hoyo, créame que me siento culpable yo siento que pues yo misma lleve a mis hijos al matadero”Rosy.

De esta forma Rosy opina sobre lo ocurrido a dos de sus hijos, quienes estaban internados. Aseguró además que otro de sus descendientes había ido a llevarles unos refrescos cuando se registró la agresión. Los tres murieron ese miércoles.

Omar, de 39 años de edad, tenía un mes en el lugar, Cristián, de 30, apenas iba a cumplir una semana desde su último ingreso y Geovanni, de 27, que también estuvo internado ya tenía 9 meses rehabilitado y sin consumir drogas

Él iba a ver a sus hermanos, iba a la junta y les iba a llevar unos refrescos y se fue y ya no regresó y hasta ahorita no ha regresado”.Rosy.

Cuenta que cuando le avisaron que habían baleado el inmueble ella fue corriendo, y al llegar le dijeron que sus 3 hijos ya había fallecido..

Me metí entre la gente entonces me dijo una señora que estaba ahí en el anexo, por que a las mujeres no las dejaban ir, me dijo que mis tres hijos estaban dormidos, que mi Geovanni abajo y mis dos hijos arriba, le dije no puede ser y me dijo que me retirara, por que estaban dormidos”.Rosy.

Rosy alega se siente culpable y afirma que incluso pensó en quitarse la vida pues creyó en el momento que no merecía estar viva, ya que ella ingresó a sus hijos a ese recinto.

Por mi culpa mataron a mis hijos, uno ya no sabe si dejarlos en la calle o meterlos en algún lugar”.Rosy.

Solamente tenía 16 años de edad

La tía de Jesús, conocido como Yuyo, de apenas 16 años, platica que el joven pidió ser anexado, pues quería salir adelante.

Le arrebataron su vida de una manera que no se valía, estamos destrozados, no nos esperábamos, era un niño genial, todo mundo lo conocía, amigos, señoras, señores, todas las personas lo respetaban por ser un niño bueno, nunca se metió en problemas con nadie, lamentablemente por las malas amistades llegó al camino de las drogas pero era un niño bueno”.Tía de Jesús.

A Yuyo, solo le faltaba un mes para su recuperación, esperaba salir el 27 de julio y quería estudiar y poner una barbería. De acuerdo al testimonio de su tía, él consumía marihuana.

Se lo llevaron no se merecía esto, sus padres están destrozados, solo queríamos que saliera adelante”.Tía de Jesús.

De los 27 muertos, 12 eran vecinos de la comunidad de Arandas y el dolor de las familias invade el ambiente en la colonia.

Los cuerpos de las víctimas son velados y escoltados por sus amigos y conocidos que aún no terminan de asimilar la tragedia.

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