Vive Trump entrada en vigor del T-MEC como un triunfo electoral

jornada.com.mx

Nueva York. La entrada en vigor del tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá fue festejada como un triunfo político por Donald Trump, quien declaró que es el acuerdo comercial más grande, más justo y más balanceado jamás negociado, y anunció que para marcar este logro, le dará la bienvenida al presidente Andrés Manuel López Obrador en la Casa Blanca el 8 de julio.

Pero el estreno del acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC o USMCA, por sus siglas en inglés) no fue motivo de ningún acto oficial (la declaración del presidente fue emitida por escrito a finales del día), no se evaluó como noticia de primera plana en ninguno de los medios nacionales, y entre los que le dieron atención se enfocaron en sus fallas y críticas hacia el manejo del tema laboral, entre otros, en México.

Trump recordó que el TMEC marca el cumplimiento de su promesa electoral de anular el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y sustituirlo con otro que beneficie a nuestros trabajadores, granjeros, rancheros y empresas. Lo calificó como una tremenda victoria para la economía estadunidense.

Agradeció los esfuerzos de México y Canadá y con ello anunció –la primera confirmación oficial estadunidense– la visita de López Obrador el 8 de julio para marcar el logro histórico y para continuar nuestro importante diálogo sobre comercio, salud y otros temas centrales para nuestra prosperidad y seguridad regional.

Robert Lighthizer, el representante de comercio de Estados Unidos, declaró que hoy marca el inicio de un capítulo nuevo y mejor para el comercio entre los tres países y subrayó que avanza la visión del presidente Trump para políticas comerciales pro trabajador.

Pero en su primer día en vigor, las primeras críticas giraron en torno al tema laboral. Richard Trumka, el presidente de la central obrera AFL-CIO –cuyo endoso al tratado fue clave para obtener el apoyo de legisladores demócratas– declaró hoy que ahora que el T-MEC entra en vigor todavía faltan muchas mejoras. Hasta ahora sólo se han visto continuas violaciones, incluyendo la falta de protección para los trabajadores ante el Covid-19 y el caso de una abogada mexicana laborista arrestada, en referencia a Susana Prieto Terrazas, quien fue detenida en Tamaulipas por su labor con trabajadores en las maquiladoras.

Public Citizen, organización nacional de defensa del consumidor, también criticó la detención de la abogada laboral. Lori Wallach, directora del proyecto sobre comercio global, afirmó que “es un comienzo terrible que en el primer día…. una abogada laboral mexicana haya estado encarcelada durante semanas bajo cargos fabricados por ayudar a trabajadores”. Unos 59 legisladores federales estadunidenses enviaron una carta al secretario Mike Pompeo para abogar ante sus contrapartes mexicanas por la liberación de Prieto Terrazas.

Estos grupos indicaron que usarán el mecanismo unilateral del T-MEC, sólo aplicable a México, para monitorear las nuevas reglas a fin de asegurar la libre asociación sindical y respeto a la negociación de contratos colectivos (algo que no se garantiza en Estados Unidos).

El propio Lighthizer afirmó ante el Congreso hace un par de semanas que se usará el acuerdo temprano y frecuentemente para hacer cumplir las normas laborales, como también para disputar el derecho de México de rehusarse a acepar productos de biotecnología, como el maíz genéticamente modificado.

Mientras tanto, representantes empresariales y expertos sobre comercio en Estados Unidos advirtieron que el acuerdo no resuelve una serie de tensiones y disputas de comercio entre los tres países socios, señalando controversias de comercio en metales y en lácteos con Canadá y confusión en las reglas sobre contenidos de origen en la industria automotriz, y que persiste la amenaza, de Trump de aplicar aranceles en ciertos sectores a pesar del acuerdo.

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