*Este jueves, al filo de las 8:25, fueron abandonados nueve cuerpos…
proceso.com.mx
NUEVO LAREDO, Tamps. (apro).- Este jueves, al filo de las 8:25, fueron abandonados nueve cuerpos con huellas de tortura y ejecutados con armas de fuego en el exterior de un domicilio del centro de esta ciudad, a escasas calles de la frontera con Texas.
“La Procuraduría de Justicia del Estado de Tamaulipas abrió una carpeta de investigación sobre el asesinato de nueve personas”, precisó un breve comunicado de la dependencia.
Los cuerpos de cuatro mujeres y cinco hombres fueron abandonados en el exterior de una vivienda ubicada en el cruce de las calles Abraham Lincoln y Porfirio Díaz de la colonia Viveros, a escasos metros del puente internacional que conecta con Estados Unidos.
A un lado de los cuerpos fue colocado un “narcomensaje” que advertía que “esto no es un juego”. Más tarde circuló otro aviso dirigido a los medios de comunicación en el que se señalaba: “No se publica nada de los cuerpos tirados en Linclon (sic) y Porfirio Díaz. No se publica nada de los niños abandonados en Maclovio Herrera y Ocampo”.
El domicilio donde aparecieron los cadáveres pertenece a una de las mujeres asesinadas, quien es pariente de Pablo César Álvarez, Comandante Takia, quien fuera jefe de plaza en Nuevo Laredo para el grupo criminal Cártel del Noreste (CDN), como ahora se hacen llamar Los Zetas.
Pablo César fue detenido en marzo de 2016 y debido a que en ese año aún no cumplía los 18 años, fue internado en el tutelar de menores ubicado en el municipio de Güemez, de donde fue rescatado por un comando con otro menor identificado como Eduardo Gómez Sánchez.
Posteriormente fue recapturado e internado en el Centro de Ejecución de Sanciones (Cedes) de Ciudad Victoria, donde estuvo encabezando el “autogobierno” que mantenía el CDN, pero debido a los motines que se registraron recientemente en esa prisión, fue trasladado a otra cárcel federal fuera de Tamaulipas.
El Cártel del Noreste mantiene una encarnizada lucha contra otra facción de Los Zetas que se hace llamar Zetas Vieja Escuela en las ciudades de Nuevo Laredo, Victoria y en Monterrey, capital de Nuevo León.
Las ejecuciones de las nueve personas se las atribuyó el grupo Zetas Vieja Escuela. En una serie de mensajes que circularon en redes sociales, los sicarios señalaron:
“Lo que hacía El Takia con personas inocentes, la vida se lo devolvió. Tarde o temprano todo se paga en la vida”.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.