2024: del fin del “súper peso” a las reservas internacionales récord

Los mercados cierran un año de contrastes: entre la mayor depreciación de la divisa mexicana desde 2008 y la pérdida acumulada anual de 13.7 por ciento en la Bolsa, hasta los 228 mil 789 millones de dólares reportados como reservas internacionales por Banxico en el último día de diciembre.

proceso.com.mx

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- 2024 cerró con contrastes en las finanzas mexicanas, con una moneda y un mercado bursátil en uno de sus peores años en la historia reciente, y a la vez con un incremento histórico en las reservas internacionales reportadas por el Banco de México (Banxico).

Este martes 31 de diciembre, el peso mexicano cerró la jornada y el año en 20.8829, una depreciación de 22.5 centavos, equivalente a 1.089 por ciento respecto al cierre del día anterior.

Durante la apertura, la moneda mexicana abrió en 20.6943 y continuó la pérdida de terreno frente al dólar, mientras se movió en un rango diario mínimo de 20.6990 y un máximo de 20.9100, para cerrar la sesión con una pérdida de 18.86 centavos, equivalente a 0.91% tan sólo en este día.

El peor año desde 2008

La agencia británica Reuters consideró que el peso tuvo en 2024 su peor año desde 2008, año de la crisis financiera global provocada por el colapso de las hipotecas subprime en Estados Unidos. En ese año, la moneda mexicana llegó a depreciarse casi 25 por ciento. Ahora, la pérdida anual fue de 22.8 por ciento.

Así, 2024 fue el fin del que llegó a ser considerado como el “súperpeso”, que en abril llegó a cotizarse en 16.25 unidades por dólar.

Sin embargo, el triunfo de Morena y la obtención de la mayoría calificada en el Congreso de la Unión desataron un clima de volatilidad contra la divisa, en reacción al llamado Plan “C” del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador.

Con el resultado electoral, el presidente pudo concretar su reforma al Poder Judicial y la desaparición de órganos constitucionales autónomos como la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece); el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). Estos cambios, a juicio de analistas económicos, provocaron nerviosismo en los mercados que terminaron afectando al peso.

“El peso se depreció en: enero (-1.42%), abril (-3.51%), junio (-7.68%), julio (-1.63%), agosto (-5.97%), octubre (-1.76%), noviembre (-1.69%) y diciembre (-2.42%). Destacaron las tres caídas consecutivas de junio a agosto, periodo en que el peso perdió 15.97%, siendo el mayor retroceso para un periodo de tres meses desde febrero a abril del 2020, cuando el peso se depreció 28.28%”, publicó este martes Gabriela Siller, directora de Análisis Económico en Grupo Financiero Base.

De hecho, añadió, el peso fue la cuarta divisa más depreciada en el año. Sólo superó al rublo ruso, al real brasileño y al peso argentino.

Pero los factores internos no fueron los únicos que afectaron al peso de forma negativa en la segunda mitad de 2024. El 31 de julio, el Banco de Japón (BoJ) anunció el aumento de su tasa de interés de referencia al 0.25% desde el rango del 0% al 0.1%, lo que impactó a las otras divisas utilizadas en el llamado “carry trade”, incluidos el yen mismo y el peso, que cayeron fuertemente.

La moneda mexicana también fue impactada por la economía de su vecino y socio comercial más importante, Estados Unidos, que tuvo incrementos en las tasas de desempleo que indicaban una recesión, así como las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal (Fed).

La Bolsa Mexicana de Valores, en tanto, cerró en 49,513.27 puntos, con una pérdida acumulada de un 13.7 por ciento. De acuerdo con Reuters, se trató además de su peor caída desde 2018.

Reservas al alza

En contraste, este martes el Banco de México reportó los saldos preliminares de las reservas internacionales al cierre del viernes 27 de diciembre, con un aumento de 568 millones de dólares, con lo que cerró esa semana en 228 mil 789 millones de dólares.

La reserva internacional se constituye por las divisas y el oro que son propiedad de este banco central, están libres de todo gravamen y su disponibilidad no tiene restricción alguna.

De acuerdo con Banxico, estas reservas presentaron un incremento semanal de 568 millones de dólares, con un crecimiento acumulado de poco más de 16 mil millones de pesos respecto al cierre de 2023.

Este aumento a tasa anual se debe a la venta de dólares de Pemex a Banxico por 500 millones de pesos, así como el cambio en la valuación de los activos internacionales, equivalente a un aumento de 68 millones de dólares.

Los depósitos bancarios en cuenta corriente en Banxico y los billetes y monedas en circulación –es decir, la base monetaria– aumentó en 40 mil 265 millones de pesos, con lo que alcanzó un saldo de 3 millones 294 mil 744 millones de pesos.

Esto es, 358 mil 739 millones de pesos más respecto a la misma fecha de 2023, lo que representa una variación anual del 12.2 por ciento.

Según el banco central, el incremento en la demanda de efectivo en la semana refleja en parte el efecto estacional asociado al día feriado del 25 de diciembre.

Además, Banxico realizó operaciones de mercado abierto con instituciones bancarias, como expansión debido al retiro de recursos de la cuenta de la Tesorería de la Federación y otras operaciones; una segunda expansión como resultado de la venta de dólares de Pemex a esta institución, y una contracción por la mayor demanda de billetes y monedas en circulación, por parte del público.

Estas operaciones compensaron una expansión neta de la liquidez por 26 mil 734 millones de pesos.

                                                         
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