Carla Marie “F”, propietaria de la estancia infantil en Colorado que sólo tenía autorización para cuidar a seis niños, fue condenada en agosto por abuso infantil y el 21 de octubre empezó a cumplir su sentencia. Los menores fueron encontrados en condiciones deplorables.
proceso.com.mx
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El 21 de octubre pasado, Carla Marie “F”, de 58 años y Cristina Swauger, declaradas culpables de 26 cargos de abuso infantil menor por esconder a 26 niños menores de dos años detrás de una pared falsa del sótano de la guardería “Play Mountain Place”, empezaron a cumplir su sentencia en una prisión de Estados Unidos.
En agosto pasado, Carla Marie “F”, propietaria de la guardería en Colorado, y Cristina “S”, fueron condenadas a seis años de prisión y multada de 500 dólares por operar un centro de cuidado infantil sin la licencia respectiva.
La propietaria solo tenía autorización de cuidar a seis niños y solo dos de esa edad, cuando la policía inspeccionó el lugar en noviembre de 2019, informaron medios locales.
En ese entonces, la policía encontró a 25 niños tras la pared. El vigésimo sexto había sido recogido por un adulto mientras la policía registraba la guardería.
De acuerdo con space-reporter-news, los oficiales escucharon gritos y notaron una pared deslizante falsa que cubría la escalera.
En agosto pasado, ambas recibieron dos sentencias simultáneas de 10 meses por cada uno de los 26 cargos de abuso infantil, pues los niños estaban en deplorables condiciones y otra de 10 meses por obstruir a un agente policiaco.
Christina Swauger, empleada de Carla Marie, también recibió sentencia por 26 cargos de delito menor de abuso infantil, un cargo por intentar influir en un servidor público y otro por obstruir a un oficial del orden público. Según los informes, las imágenes de la cámara corporal la mostraron mintiendo a la policía diciendo que no era una empleada, solo una amiga.
Josh Tolini, abogado defensor de Carla argumentó que la acusada tenía dificultades para decir “no” a los padres que llevaban a sus hijos a la guardería y que “la situación se volvió una bola de nieve”.
Desde entonces, la guardería está cerrada, junto con la escuela Counterpoint, también propiedad de Carla Marie “F”.