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Washington. Las mujeres deben comenzar a hacerse mamografías cada 24 meses a partir de los 40 años para reducir el riesgo de morir de esta enfermedad, recomendó este martes el Grupo Especial de Servicios Preventivos de Estados Unidos.
Hasta ahora este grupo independiente de expertos que recibe financiación federal era partidario de que a partir de los 40 años las mujeres decidieran ellas mismas, en función de su historial de salud, cuándo empezaban a hacerse mamografías y reservaba la recomendación obligatoria para aquellas de más de 50 años.
Su nueva directriz se basa en una revisión de las pruebas y en un estudio publicado en la revista Journal of the American Medical Association.
“Cada vez son más las mujeres de 40 años que padecen cáncer de mama, y las tasas aumentan aproximadamente 2 por ciento cada año, por lo que esta recomendación supondrá una gran diferencia para las personas de todo el país”, declaró en un comunicado la presidenta del grupo de trabajo, Wanda Nicholson. “Empezando a examinar a todas las mujeres a los 40 años, podemos salvar casi 20 por ciento más de vidas”, añade.
El cáncer de mama es el segundo más frecuente y la segunda causa de muerte por esta enfermedad entre las mujeres de Estados Unidos, con más de 43 mil fallecimientos en 2023.
Las mujeres afroamericanas tienen 40 por ciento más de probabilidades de morir de esta enfermedad que las blancas, por lo que asegurarse de que empiezan a someterse a pruebas de detección a los 40 años “tiene un beneficio potencial aún mayor” para ellas, afirmó Nicholson.
La nueva recomendación se aplica a casi todas las mujeres, tanto a las que presentan un riesgo medio de cáncer de mama como a las que tienen antecedentes familiares o mamas densas.
Casi la mitad de las mujeres tienen lo que se conoce como tejido mamario denso, que generalmente sólo descubren durante su primera mamografía.
El tejido mamario denso aumenta el riesgo de cáncer de mama y significa que las mamografías pueden no funcionar tan bien para ellas.
“Desgraciadamente, aún no hay pruebas suficientes para que el grupo de trabajo recomiende a favor o en contra de un cribado adicional con ecografía mamaria o resonancia magnética”, afirma el organismo, que pide investigar más.
No se aplica, sin embargo, a quienes tienen antecedentes de la enfermedad, presentan un riesgo muy elevado debido a determinados marcadores genéticos o poseen una lesión detectada en biopsias anteriores.
Según el grupo de trabajo, la nueva recomendación se aplica hasta los 74 años, edad a partir de la cual la relación beneficio-riesgo es incierta.
Aunque el cribado es una herramienta poderosa en la lucha contra el cáncer también tiene sus límites, según el grupo de trabajo, que explica por qué no recomienda mamografías anuales.
El exceso de pruebas aumenta el número de daños, como los falsos positivos o recibir un tratamiento que no era necesario.