Durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, decenas de organismos gubernamentales han desaparecido y otras más fueron modificadas bajo el principio de “austeridad republicana”.
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El próximo 1 de octubre oficialmente concluirán los seis años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, tiempo en el que decenas de organismos gubernamentales han desaparecido o se han fusionado con el fin de eliminar la duplicidad de funciones y ahorrar presupuesto, según ha dicho el mandatario.
Los órganos autónomos en México son entidades públicas que llevan a cabo funciones específicas independientes a los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Estos forman parte de la estructura del Estado y su autonomía está reconocida constitucionalmente.
El INAI explica que estos organismos son indispensables para que exista un equilibrio de poderes, además de que contribuyen a garantizar los derechos y consolidar la democracia de las naciones.
Sin embargo, durante su campaña presidencial y a lo largo de su administración, López Obrador no ha cesado en sus críticas y embates contra la existencia de los órganos autónomos, pues considera que representan un gasto innecesario y que sus funciones pueden ser absorbidas por otras dependencias del gobierno.