Para ilustrar que su modelo de negocio se enfoca en el respeto a la privacidad, el fabricante de iPhone recurre a menudo a ingeniosas campañas.
actualidad.rt.com
El respeto a la privacidad se ha convertido en uno de los puntos más importantes en la lucha de las grandes compañías tecnológicas por la confianza del consumidor. Y, al parecer, la disputa de Apple y Google por hacerse con el liderazgo en este sector está en pleno apogeo.
Apple ha promocionado durante mucho tiempo sus políticas de privacidad frente a las de otras compañías como Google, cuyo modelo de negocio se basa en acumular datos de usuarios. Y para ilustrar esto, el fabricante de iPhone recurre a menudo a ingeniosas campañas publicitarias.
El pasado mes de enero, previo a la celebración de la feria internacional Consumer Electronics Show 2019 en Las Vegas, la empresa instaló en la ciudad estadounidense un gran cartel que decía: “Lo que sucede en tu iPhone se queda en tu iPhone“, en clara referencia a las brechas en la seguridad de otros gigantes tecnológicos.
“Privacidad. Eso es iPhone”
Ahora, la compañía de Cupertino ha ido un paso más allá y ha utilizado de nuevo una valla publicitaria para señalar directamente a Google en lugar de a la industria tecnológica en general.
El cartel fue colocado en la costa este de Toronto (Canadá), donde la empresa hermana de Google, Sidewalk Labs, planea construir un vecindario inteligente de próxima generación que ya ha suscitado entre los residentes locales preocupaciones relacionadas con la privacidad.
“Estamos en el negocio de mantenernos fuera de sus asuntos. Privacidad. Eso es iPhone”, reza el eslogan del anuncio.
Sidewalk Labs, propiedad de Alphabet, la empresa matriz de Google, ofrece planes de desarrollo y urbanismo por valor de 900 millones de dólares para mejorar la calidad de vida y apoyar viviendas de bajo costo, entre otras medidas. Pero la controversia se deriva de sus planes de instalar en el vecindario costero de Quayside unos sensores que monitorearán los movimientos y comportamientos de las personas que trabajan y viven en el lugar, reseña Forbes.
La empresa asegura que las cámaras y sensores impulsarán constantemente iniciativas y decisiones de planificación urbana, y, para disipar los temores, ha pedido la creación de un fideicomiso independiente para impedir que las compañías, incluida la propia Alphabet, vendan esos datos a terceros sin su consentimiento.
Sin embargo, tanto residentes locales como críticos con los gigantes tecnológicos no están convencidos y el plan sigue levantando suspicacias.