Declaró desde prisión que su captura fue pactada con el expresidente Peña Nieto y que pagó sobornos a funcionarios para reducir su condena.
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El exgobernador de Veracruz Javier Duarte, quien se convirtió en un símbolo de la corrupción gubernamental en México y se encuentra actualmente preso, reveló que su captura fue pactada con el expresidente Enrique Peña Nieto y que, además, pagó para reducir los cargos en su contra tras una “extorsión”.
La polémica surgió el pasado 8 de julio, cuando Duarte tomó el teléfono desde el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, donde se encuentra recluido, para llamar al periódico Reforma y denunciar que fue extorsionado por Elías Beltrán, exencargado de la Procuraduría General de la República (actual Fiscalía).
Según el testimonio del exgobernador, Beltrán le exigió el pago de una fuerte suma de dinero a cambio de reducirle los cargos y no atentar contra su familia.
“Fui extorsionado y tuve que pagar para que dejaran a mi familia en paz”, señaló Duarte en conversación con el citado medio, amagando con revelar detalles sobre cuánto dinero pagó y quién fue el intermediario en la operación.
En septiembre de 2018, el exgobernador de Veracruz fue condenado a 9 años de prisión por los delitos de lavado de dinero y asociación delictuosa, acusado de operar una red criminal con la que realizó un histórico desfalco a las arcas del estado que gobernó.
Sin embargo, Duarte explicó que el pago realizado a Beltrán tuvo como objetivo imputarle el cargo de asociación delictuosa en lugar de delincuencia organizada, cuya penalidad es más alta.
Además, el político también indicó que recibió dinero del expresidente Peña Nieto, por un “cargo de conciencia”, tras haberlo metido a la cárcel.
“El presidente Peña me mandó un dinero por un cargo de conciencia que tiene conmigo”, dijo Duarte. “¡Fue el mundo al revés! Me dio un dinero el expresidente y fue para poderles dar un soborno a sus propios funcionarios”, afirmó.
Pero esa no sería la única revelación que haría el exgobernador de Veracruz por el partido del PRI, señalado de presuntamente haber inyectado dinero ilegal a la campaña presidencial de Peña Nieto en 2012.
El pacto para ir a prisión
Horas después del escándalo, Duarte mandó una carta al Fiscal General de la República, con copia a Imagen Televisión, en la cual señala que cuenta “con información valiosa y detallada en contra de funcionarios de la administración anterior”, en referencia al Ejecutivo de Peña Nieto.
El exgobernador también se dijo dispuesto a colaborar con las autoridades para dar más detalles de la corrupción durante esa época.
Por otro lado, este martes 9 de julio, Duarte reveló en una entrevista en el programa de Ciro Gómez Leyva, de Radio Fórmula, que pactó con el Gobierno de Peña Nieto su captura realizada en Panajachel, Guatemala, el 16 de abril de 2017.
El político señaló que el trato al que llegaron sus abogados con funcionarios federales –del Centro de inteligencia y Seguridad Nacional, la Secretaría de Gobernación y la PGR– fue que el exgobernador se entregara a las autoridades antes de las elecciones del Estado de México, a cambio de que las autoridades no tocaran a la familia.
“Si te entregas antes de las elecciones del Estado de México en 2017, dejamos a tu familia en paz”, aseguró Duarte que le dijeron, y añadió: “Evidentemente fue otro engaño más”.
Karime Macías, esposa de Duarte, ha sido señalada por las autoridades mexicanas de haber comprado 90 propiedades para lavar dinero dentro de la red criminal que orquestó el saqueo al estado de Veracruz.
Macías vive actualmente en un barrio acomodado del centro de Londres, en Reino Unido, situación que ha desatado el repudio de los mexicanos.
Presión contra Peña Nieto
Las declaraciones de Duarte se suman a los señalamientos de corrupción por parte de excolaboradores del expresidente Enrique Peña Nieto.
En semanas recientes, la defensa jurídica de otro funcionario de su administración involucrado en un caso de corrupción, Emilio Lozoya, el exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), amenazó con citar a comparecer al exmandatario ante un juzgado para declarar sobre la compra de plantas chatarra de fertilizante y los sobornos de la empresa Odebrecht durante la campaña presidencial de 2012.
La Fiscalía General de México informó que los cargos por algunos delitos que se imputan a Lozoya también incluyen al Consejo de Administración de Pemex, donde participaban el exsecretario de Hacienda y excanciller Luis Videgaray y el exsecretario de Energía Pedro Joaquín Coldwell, dos de los funcionarios más importantes del sexenio anterior.
Además de los casos de Duarte y Lozoya, Peña Nieto también ha sido involucrado en un caso de desvío de dinero para las campañas electorales del PRI, luego de que el Gobierno de Chihuahua detuviera a un operador político de nombre Alejandro Gutiérrez, acusado de participar en el saqueo de 250 millones de pesos (13 millones de dólares).
Se prevé que este miércoles 10 de julio, la Suprema Corte de Justicia de la Nación defina si el procedimiento contra Gutiérrez estuvo apegado a derecho o es parte de una persecución política por el Gobierno de Chihuahua.
En octubre pasado, un ministro de la Corte ordenó suspender cualquier investigación contra Peña Nieto, todavía siendo presidente de México, por el caso Chihuahua. Un hecho sin precedentes para un presidente mexicano cuyo nombre ha sido vinculado en varios casos de corrupción.
Sin embargo, el pasado mes de junio, la Corte levantó la suspensión y permitió la investigación contra Peña.