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Ante el deterioro en las expectativas inflacionarias en el país analistas financieros esperan que el Banco de México (BdeM) incremente las tasas de interés tres veces en la primera mitad de este año.
De acuerdo con Banorte, la primera alza se daría el 8 de febrero, cuando el banco central dé a conocer su primera decisión de política monetaria de 2018.
Los especialistas del grupo dijeron que el alza obedecerá principalmente a un aumento en el balance de riesgos para la inflación que, según las minutas de la última reunión del banco central, son abrumadoramente negativo y porque esperan que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos continúe con su ciclo de alza de tasas, con el primer incremento en su reunión de marzo.
De acuerdo con los registros del BdeM en 2017 las tasas subieron cuatro veces consecutivas en el primer semestre: 0.5 puntos porcentuales en febrero y 0.25 puntos en marzo; mayo y junio, con lo que en dicho lapso subieron 1.25 por ciento.
En los anuncios de agosto, septiembre y noviembre del año pasado las tasas se mantuvieron estables, pero volvieron a subir 0.25 puntos porcentuales en diciembre, para terminar el año en una tasa general de 7.25 por ciento.
A lo largo del año el Banco de México tiene programados ocho anuncios de decisiones de política monetaria: 8 de febrero; 12 de abril; 17 de mayo; 21 de junio; 2 de agosto; 4 de octubre; 15 de noviembre y 20 de diciembre.
El incremento en la tasa de interés de referencia tiene como objetivo contener la inflación, pero la medida también incrementa el costo de crédito para personas y empresas e incide en el desempeño de la economía, pues el costo que pagan las personas por el uso de tarjeta de crédito y en las deudas contraídas por empresas con la banca (ambas con interés a tasa variable) aumentan.
El alza de tasas no afecta los intereses pagados por créditos hipotecarios, de nómina, personales y automotrices, que son contratadas a tasa fija.
El reporte de Banorte señala que la inflación bajará en la primera quincena de enero, debido a que tiene una base de comparación relativamente alta por el incremento en los precios de las gasolinas que tuvo lugar en enero de 2017, pero los especialistas del banco no descartan que dicha baja se termine compensado por los posibles incrementos que se pudieran observar en algunos precios de frutas y verduras, así como el de las tortillas.
El repunte de inflación durante 2017 estuvo explicado por el incremento de los precios de los energéticos, los de las gasolinas a principios del año y del gas doméstico a partir de la segunda mitad.
Adicionalmente, el ciclo agrícola resultó ser desfavorable para los precios, pues añadió 0.7 puntos porcentuales a la inflación total de 2017.
Para 2018 anticipamos que la inflación retomará una tendencia a la baja en la primera quincena de enero (derivado del incremento en los precios de los energéticos en 2017), para finalmente cerrar el año en 4.3 por ciento. Hacia delante seguiremos atentos al comportamiento de los precios de los energéticos, así como de las frutas y verduras durante los próximos meses, detalla el reporte.
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