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CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Una secuencia de fotografías es confesión de parte: una roca tallada en círculos concéntricos luce plena e inmaculada en las primeras dos imágenes de una serie de ocho; en las siguientes, se observa que el petrograbado ancestral fue saturado con pintura azul, y sobre este, un cuerpo femenino se marca el vestigio en la nalga derecha; ya con el manchón el cuerpo aparece encima, aparentemente, orinando.
La serie fotográfica fue expuesta en días pasados en el Museo de Artes Gráficas (MAG), en Saltillo, Coahuila, y causó un escándalo regional luego de que dos jóvenes, Joel García Govea y Pablo García, visitaron la exposición “Arropadas por el desierto” y decidieron denunciar el caso en sus redes sociales, luego de acudir a la delegación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), donde los ignoraron.
Mercedes Aquí, es como se hace llamar la supuesta artista, originaria de Argentina y avecindada en Real de Catorce, San Luis Potosí, cuya muestra formó parte de una puesta colectiva en la que participaron artistas textiles con diseños que tuvieron por tema el desierto. Sólo en su caso, la intervención del vestigio arqueológico, escapó a la idea central de la muestra colocada en el MAG, una instancia dependiente de la secretaría de Cultura del gobierno del estado.
De acuerdo con la ficha expuesta en el Museo de Artes Gráficas, el nombre de la serie es “Ancla”, y se describe así:
“Registro de acción en fotografía digital, impresión gliceé en tintas de pigmentos naturales. 2019. Mercedes Aquí”
Acto vandálico
Detonado el escándalo en redes sociales, el director del INAH Coahuila, Francisco Aguilar, terminó anunciando a medios locales que se abrió una investigación por considerar que se ejerció violencia sobre el monumento arqueológico; equiparó los hechos con lo ocurrido hace años con las cabezas olmecas de Tabasco y lamentó que se tomara por obra de arte subversivo lo que en realidad fue un hecho vandálico.
El INAH, según Aguilar, está realizando un peritaje para saber si proceden penalmente contra Mercedes Aquí, lo que dependerá de la magnitud del daño.
Activistas protectores del desierto consultados por Apro, aseguran que ese petrograbado se ubica en El Gavillero, paraje que junto con Narihua, ambos ubicados en el municipio de General Cepeda, concentran la mayor parte de expresiones rupestres de la entidad, cuyas antigüedades son variables.
En cualquier caso, se trata de una expresión previa a la escritura.
La maestra Teresa Solís, integrante de un grupo de voluntarios guardianes del desierto que suele recorrer los sitios para recoger la basura y documentar daños, expuso que esta no es la única ocasión en que se han vandalizado los parajes de El Gavillero y Narihua, bajo auspicios gubernamentales.
De hecho, cada año, la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Autónoma de Coahuila realiza una excursión para que sus alumnos hagan impresiones y en diferentes ocasiones, han dejado testimonio de su paso por el lugar: pintura chorreada en las rocas, materiales y desechos.
General Cepeda es un municipio localizado en el sur de Coahuila, un territorio semidesértico donde además de los dos sitios mencionados, se han localizado importantes cantidades de fósiles de dinosaurios, que también han sido expuestos a vandalismo y tráfico.