*Porque en México millones de niños son vulnerables a este tipo de actos reprobables…
nacion321.com
Este martes nos enteramos de una noticia desgarradora: el cuerpo de una niña de ocho años, quien había sido reportada como desaparecida desde este domingo, fue hallado en Juárez, Nuevo León.
La menor, llamada Ana Lizbeth Polina Ramírez, fue presuntamente raptada por Juan Fernando ‘N’, acusado por la Fiscalía General de Nuevo León de ser el responsable de la muerte de la niña.
Apenas este lunes a registró el asesinato de la niña de siete años Estrella ‘N’ en Altamira, Tamaulipas. El móvil fue un ataque sexual, de acuerdo con la Procuraduría General de Justicia de la entidad.
Y es que en México cada día tres niñas, niños o adolescentes mueren víctimas de la violencia, de acuerdo con datos de la Unicef México.
Es decir, cada semana mueren en el país 21 menores a consecuencia de actos violentos y la cifra aumenta a 90 niños muertos cada mes.
Además, cada 30 minutos un niño, niña o adolescente llega al hospital por lesiones causadas de manera intencional.
Para agravar la problemática, una de cada cinco personas desaparecidas en México son niñas, niños o adolescentes.
Y la violencia contra niños no es algo privativo en el país: en América Latina y el Caribe dos de cada tres niños y niñas menores de cinco años son víctimas de distintas formas de violencia en su hogar.
“Esta realidad nos debe estremecer, conmover y comprometer para promover una crianza positiva y para garantizar a cada niño y niña una vida libre de violencia”, dijo en abril pasado María Cristina Perceval, Directora Regional de Unicef para América Latina y el Caribe.
LOS EFECTOS
La exposición a la violencia, el abuso y la negligencia durante la infancia tiene un impacto directo para el resto de la vida.
De acuerdo con un reciente análisis realizado por Unicef sobre datos oficiales de 17 países de América Latina, las niñas y niños expuestos a castigo corporal severo tienen 2.4 veces menos probabilidades de tener un desarrollo adecuado en la primera infancia, mientras que la exposición a la disciplina violenta aumenta 1.6 veces el riesgo de que una niña o un niño muestre comportamientos agresivos hacia otros niños o adultos.
Cabe recordar que la Convención sobre los Derechos del Niño, firmada por México, obliga a los Estados partes a prohibir y eliminar todo tipo de violencia ejercida contra los menores de edad, incluido el castigo corporal y tomando en consideración todos los espacios en los que viven, incluso en el hogar.
Sin embargo, en América Latina y el Caribe casi la mitad de los niños y niñas experimenta castigo físico, de acuerdo con la Unicef, y solo 10 países (Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela), cuentan actualmente con legislación que prohíbe totalmente el castigo físico contra niños, niñas y adolescentes.
En México, el presidente Enrique Peña Nieto promulgó la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes donde se prohíbe expresamente, en sus artículos 46 y 105, el maltrato físico contra los menores.
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