*De 15 a 18 se elevó ayer el número de muertos tras el ataque contra el centro de rehabilitación para adictos Grupo Uniendo Familias para Vivir Mejor…
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De 15 a 18 se elevó ayer el número de muertos tras el ataque contra el centro de rehabilitación para adictos Grupo Uniendo Familias para Vivir Mejor, ubicado en la esquina de calle 52 y privada de Carlos Fuero, colonia Rosario, en la ciudad de Chihuahua, informó la policía.
Ayer fallecieron tres personas heridas en el ataque perpetrado el martes, quienes recibían atención en el hospital general de la capital y en uno del Instituto Mexicano del Seguro Social.
El comisionado estatal de seguridad, Óscar Aparicio Avendaño, informó que varias de las víctimas eran integrantes de la banda Los Mexicles, ligada a Gente Nueva, del cártel de Sinaloa, que disputa territorios para la venta de drogas, sobre todo crystal, con sus rivales, Los Aztecas, parte del cártel de Juárez.
El funcionario dijo que la matanza pudo deberse a la detención, el pasado 15 de septiembre en Ciudad Juárez, de René Gerardo S. G., El 300, líder de la pandilla Los Aztecas, lo que podría haber causado reacomodos en ambos grupos criminales.
Según testigos, cuatro pistoleros descendieron de un vehículo e irrumpieron en el centro de rehabilitación y con rifles AK-47 acribillaron a quienes se encontraban en el patio y los dormitorios.
El fiscal de Chihuahua, César Augusto Peniche, afirmó que los sicarios eran integrantes de Los Aztecas. Indicó que se ha identificado a 13 de los 18 occisos; en tanto, cinco heridos siguen hospitalizados.
El diputado panista Miguel La Torre pidió no criminalizar a las víctimas. Subrayó que no por ser adictos necesariamente eran delincuentes. Apuntó que conocía a los internos de dicho centro debido a que gestionaba apoyo económico para ellos.
Sostuvo que la mayoría eran jóvenes que buscaban rehabilitarse y lamentó las declaraciones tanto del comisionado de seguridad, Óscar Aparicio, como del fiscal, César Augusto Peniche, acerca de que algunas de las víctimas pertenecían a grupos criminales.
Ernesto Ávila, secretario de Salud, informó que el centro de rehabilitación carecía de permisos y fue clausurado por incumplir normas sanitarias, pero reabrió.