*Desde el pasado mes de abril 2018, Desarrollo Urbano y Ecología de Bahía de Banderas, Nayarit, tuvo conocimiento de los hechos y no clausuró la obra con el argumento de que quien denunció los daños, en representación de los canadienses, se le dijo que no procedía porque no tenía interés jurídico sobre el inmueble y la obra continua…
Por Paty Aguilar
Lisa y John Mallett, pensionados originarios de Canadá, junto con otras 5 parejas canadienses, decidieron invertir parte de sus ahorros en la comunidad de Bucerías, Bahía de Banderas, Nayarit, en la construcción de 6 departamentos en un edificio de tres niveles, ubicado por la calle Carmen Serdán número 21, de la zona dorada de esta comunidad, edificio al cual le pusieron como nombre Finca Reposa. Departamentos tipo estudio, sencillos, con una pequeña alberca común para las 6 parejas, sin embargo, hoy este patrimonio está en riesgo, debido a que una obra aledaña, según manifiestan los afectados, afectó estructuralmente el edificio ya que los cimientos quedaron dañados, según dictámenes de ingenieros peritos y a pesar de que la Dirección de Desarrollo Urbano y Ecología, tuvo conocimiento de los hechos durante 4 inspecciones realizadas, la obra no fue clausurada para reparar daños en tiempo y forma.
El problema empezó desde el pasado mes de abril 2018, cuando de pronto el edificio empezó a cimbrarse debido a maquinaria que se utilizó en predio aledaño para escavar como parte de esta obra para construir sus propios cimientos, sin embargo, según narró la señora Lisa Mallett, durante entrevista al respecto, se le dio aviso a la Dirección de Desarrollo Urbano y Ecología, desde el pasado mes de junio 2018, pero aunque corroboraron el daño por parte de sus inspectores, estos no clausuraron la obra con el argumento de que quien había presentado la queja, no era propietario y es que Lisa y los demás socios pensionados, radican parte del año en Canadá, motivo por el cual, el director de DUyE, arquitecto, Matías Verdín, declaró no procedente la queja y se permitió que continuara la construcción en tanto las paredes del edificio se empezaron cuartear más con el correr de los 4 meses que ellos no pudieron viajar a Bahía de Banderas, para atender el asunto de manera personal.
Pero resulta, que en este mes de septiembre, llegaron a Bahía de Banderas, y el día 7 iniciaron el trámite de queja antes esta dependencia municipal, pero también ante Protección Civil, para que revisaran el riesgo y poder detener la obra, sin embargo, ya van 13 días de haber presentado la queja de nuevo y estas dependencias no han respondido, ni con su presencia en el lugar de los hechos ni por escrito, lo que tiene a los canadienses muy sorprendidos, esto porque no los atienden a ellos como propietarios, pero tampoco miden las consecuencias de que este edificio se pueda derrumbar y provocar daños a terceros, incluso muertes de trabajadores de la obra o bien de la casa aledaña a este edificio.
Según dio a conocer la señora Lisa, hasta la fecha ya se han gastado alrededor de 20 mil dólares para vida de qué Desarrollo Urbano y Ecología, los atienda, esto en pagos de trámites y estudios de ingeniería que dictaminaron que efectivamente hay daño estructural en este edificio generado por la obra de construcción aledaña, así como en juicios de amparos por la falta de respuesta por parte de la dependencias municipales, entre otros gastos.
Asimismo, según cálculo de estos daños, costaría alrededor de dos millones de pesos la reparación de estos cimientos, si es que no se determina su demolición por representar un daño estructural de difícil o negativa reparación. Finalmente, nombre del propietario que se anuncia fuera de la obra, no coincide con el de la licencia de construcción donde el propietario es Salvador Sandoval.
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