El investigador indicó que la misiva en la que el presidente de México le pide a España que se disculpe por los abusos durante la Conquista debió mandarse hace años.
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La carta que el presidente Andrés Manuel López Obrador envió al rey Felipe VI de España, en la que solicita disculpas por los agravios cometidos durante la Conquista, es oportuna y muy válida, y debió haberse enviado desde hace muchos años, por tratarse de una deuda histórica, consideró el investigador John Ackerman.
“Pedir perdón es una práctica común como un primer paso hacia la superación de lo que es un agravio y una tragedia histórica. En ese sentido, esta carta tiene toda la razón de ser, y en lugar de ignorarse, hay que tomar en serio esta solicitud y pedir al rey que no lo tome como algo personal” , detalló.
El integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) añadió que ese tipo de acciones por parte del gobierno federal “sirve para crear conciencia y valorar lo que somos como producto de un mestizaje”.
Desde la perspectiva de Ackerman, Felipe VI debe comprender que no se trata de un asunto que lo involucre a él como persona. La carta invita al rey a reconocer su investidura, muy específica, que tiene continuidad desde la Colonia.
Indicó que se trata de construir un camino de reconciliación internacional y también nacional, es decir, “se trata de una reconciliación con nosotros mismos, somos mestizos, mezcla de español e indígena, por eso debemos reconciliarnos con nosotros mismos”.
Ese “es el gran valor de la carta que el presidente López Obrador envió al rey Felipe VI”, rubricó el entrevistado, quien conduce el programa de televisión “Diálogos por la democracia”, un espacio para que la UNAM participe en las discusiones de los principales problemas nacionales.
Entrevistado por Notimex, el doctor en Sociología Política y en Derecho Constitucional destacó que los mexicanos debemos comprender la Conquista como un genocidio, y que a partir de ahí “perdimos 80 por ciento de la población de entonces, misma que poco a poco se fue recuperando”.
“Rescatamos lo que quedó y se construyó una nueva cultura, pero ese genocidio es algo que se debe reconocer, como el Papa Francisco que ya lo ha hecho en Bolivia”, abundó el también escritor y activista.
Ejemplificó con otros casos: En Estados Unidos actualmente se desarrolla un proceso de reconciliación histórica con la herencia de la esclavitud; en tanto, el gobierno mexicano está ofreciendo disculpas en casos como el de la periodista Lydia Cacho, quien sufrió violaciones a sus derechos humanos, y antes a la mujer indígena Valentina Rosendo, abusada por militares.