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Pekín. El gobierno chino ordenó ayer a corresponsales del New York Times, Washington Post y Wall Street Journal que devuelvan sus acreditaciones de prensa en dos semanas, lo que significa su expulsión del país.
El ministerio chino de Relaciones Exteriores explicó que la medida es en respuesta a la decisión escandalosa
de Washington de reducir drásticamente el número de ciudadanos chinos autorizados a trabajar para cinco medios de Pekín en Estados Unidos.
No es lo mismo en absoluto
, protestó el jefe de la diplomacia estadunidense, Mike Pompeo, al señalar que las medidas de su país apuntaban a miembros de los organismos de propaganda chinos. Espero que reconsideren esta decisión, que impide que el mundo sepa lo que realmente está sucediendo dentro
de Pekín, agregó.
El Washington Post también condenó el anuncio chino. Es particularmente lamentable porque ocurre en medio de una crisis mundial sin precedente
, en la que limitar la información no hace sino agravar la situación
.
La cancillería china agregó en un comunicado que su decisión constituye “una defensa propia legítima y justificada.
“Las medidas estadunidenses que atacan exclusivamente a las organizaciones mediáticas chinas son impulsadas por una mentalidad de guerra fría y por un prejuicio ideológico. Han empañado seriamente la reputación y la imagen de las organizaciones mediáticas chinas, han afectado de manera grave su operación normal en Estados Unidos y han entorpecido los intercambios entre los pueblos y culturales de los dos países. Por lo tanto han dejado al descubierto la hipocresía del autoproclamado defensor de la libertad de prensa”, sentencia el comunicado.