*La incorporación poco a poco del riesgo político en México es uno de los factores…
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La incorporación poco a poco del riesgo político en México es uno de los factores detrás de la sostenida depreciación del peso frente al dólar en jornadas recientes, situación que comenzó a reflejarse en un aumento de la demanda de divisas, tanto para cubrir compromisos financieros como con fines de especulación, afirmaron expertos y participantes en el mercado de cambios.
La incertidumbre ya empezó a reflejarse en una mayor demanda de dólares, ya sea para buscar no comprometer compromisos futuros, sobre todo en empresas exportadoras e importadoras, así como cierto grado de apuesta especulativa contra la moneda mexicana, comentó CI Banco, uno de los principales cambistas del país.
Después de cuatro jornadas consecutivas de pérdidas, el peso cerró ayer con una ligera recuperación frente al dólar, tanto por la depreciación que experimentó la moneda estadunidense en los mercados mundiales como por noticias favorables en torno a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). La cotización para transacciones de mayoreo cerró en 18.86 pesos por dólar, recuperación de cuatro centavos respecto del nivel de la víspera.
Una apreciación generalizada del dólar frente a la mayoría de las divisas, toma de utilidades después de las fuertes ganancias registradas en semanas recientes, un reacomodo de portafolios con menores apuestas alcistas en favor del peso y poco a poco la incorporación del riesgo político en México por los resultados de las recientes encuestas presidenciales, en las que el candidato Andrés Manuel López Obrador, de la coalición Juntos Haremos Historia, lleva la delantera, son los elementos detrás del comportamiento reciente del peso, expuso CI Banco.
A pesar de esta pérdida de la moneda mexicana, los niveles actuales son muy similares a los registrados durante febrero y gran parte de marzo, añadió.
El impacto en el valor de la moneda mexicana derivado de las buenas noticias respecto del TLCAN cada vez tiene menor efecto positivo, mientras las preocupaciones electorales empiezan a ser mayores, declaró.
El efecto del proceso electoral en el valor de la moneda mexicana no es nuevo, apuntó. En los procesos realizados a partir de que en 1995 fue adoptado el esquema cambiario de libre flotación, en los meses previos a la votación, el peso sufre una fuerte volatilidad e incertidumbre, independientemente de quién vaya liderando las encuestas, comentó.
El temor al cambio siempre genera aversión al riesgo y reacomodo de portafolios entre los inversionistas individuales y los grandes fondos de inversión global. Después de las elecciones es probable, como se observó en el pasado, que el peso mexicano recupere algo de fuerza, porque los mercados financieros tienden a sobrerreaccionar a eventos de incertidumbre. Por el momento esta incertidumbre ya empezó a reflejarse en una mayor demanda de dólares, ya sea para buscar no comprometer compromisos futuros, sobre todo en empresas exportadoras e importadoras, así como cierto grado de apuesta especulativa contra la moneda mexicana.
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