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Comentarios de la Bahía

Por Nayar Araiza López

¡Transparencia y rendición de cuentas en la Universidad pública!

*La voz de la UAN frente al Congreso: calidad, cobertura y futuro sin presupuesto suficiente

*Una vez más la Rectora Norma Liliana Galván demuestra temple

En un escenario donde la universidad pública parece estar siempre a prueba, la rectora de la UAN, Norma Liliana Galván Meza, presidenta de la Región Centro Occidente de la ANUIES —que integra a seis estados y 38 instituciones afiliadas—, una vez más demuestra temple; acudió a la Cámara de Diputados a entregar los Informes Financieros Auditados y los logros académicos de la universidad, en el marco de la reunión de trabajo con las Comisiones Unidas de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación y de Educación.

La rectora fue clara, el presupuesto asignado a las universidades públicas no es suficiente. Y no lo es porque el 97 por ciento se destina exclusivamente a nómina, dejando apenas un margen mínimo para cumplir con las funciones sustantivas, docencia, investigación, extensión y vinculación. Es decir, se garantiza la sobrevivencia administrativa, pero no la grandeza académica.

En su intervención, la Rectora Galván Meza también subrayó aspectos medulares: la calidad académica que distingue a las universidades públicas, la cobertura en la investigación científica y el servicio social, que en su mayoría realizan estudiantes y académicos de estas instituciones. Habló de auditorías que se cumplen con rigor, de los retos financieros que ponen en riesgo el desarrollo académico, de la vinculación social que sostiene a miles de comunidades, y de la defensa irrestricta de la universidad pública como espacio de libertad, justicia y movilidad social.

Con esa franqueza que incomoda a los oídos políticos, pidió a los legisladores que las universidades no sean vistas como simples administradoras de recursos, sino como actores estratégicos que deben estar en la mesa donde se define el presupuesto educativo.

Y remató con una frase que no deja lugar a dudas:

“Las universidades públicas son el corazón de las entidades, donde convertimos las necesidades y sueños en acciones que transforman vidas y con ello, comunidades y países”.

En efecto, las universidades no piden privilegios, piden lo justo, un presupuesto con visión de futuro y no con visión de nómina. Porque si se le niega oxígeno a la universidad pública, se le niega oxígeno al país.

La universidad no mendiga, exige respeto y dignidad. Y en esa defensa, no hay espacio para titubeos. Va.

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