*De manera déspota y negligente fueron tratados familiares y amigos de la madre embarazada por reclamar la falta de atención por parte del personal médico de esta clínica ante el riesgo de la integridad física de la madre embarazada quien fue intervenida hasta doce más de 12 horas después. El bebé recibió el nombre de Fernando Gael
Por Paty Aguilar
Este lunes 19 de noviembre 2018, Karla N N, y su esposo, Fernando N N, con domicilio en Jarretaderas, Bahía de Banderas, nayarit, perdieron a su bebé en la Clínica 42 del IMSS de Puerto Vallarta, Jalisco, a quien le pusieron por nombre, Fernando Gael. Con impotencia y gran dolor, el padre del bebé, denunció los hechos que le ocurrieron a su esposa en esta clínica donde junto a familiares y amigos que reclamaron la atención médica para su esposa, lo que recibieron fueron desplantes déspotas y negligentes por parte del personal administrativo y médico, luego de que esperaron varias horas para que la madre del bebé fuera atendida tras haberle notificado que su hijo ya estaba muerto dentro de su vientre.
Sin embargo, tres días antes, la madre y su esposo, se apersonaron a la clínica porque ya tenía dolores de parto, pero le indicaron que regresara en los siguientes tres días, que el niño estaba bien, que estaba en perfecto estado, el padre insistió en que se quedara en observación, pero fue inútil su insistencia, según narró el padre.
Después, antes de los tres días indicados, regresaron a la Clínica, que fue la noche del domingo 18 de noviembre 2018, porque la mamá dejó de sentir que su hijo se movía menos dentro de su vientre. Tras una hora de espera, la madre fue atendida y fue entonces que le notificaron que su bebé ya estaba muerto, pero no la pasaron a la sala de partos, sino que le dijeron que la atenderían hasta que le tocara su turno, mientras que le empezaron a dar medicamento que para que entrara a trabajo de parto.
Esta explicación no dejó satisfechos al padre y los familiares quienes argumentaron que cómo iban a esperar el trabajo de parte si el bebé ya estaba muerto dentro del vientre de su madre, para esto ya habían pasado cinco horas, motivo por el cual exigían los familiares que se le practicara la Cesárea, pero les dijeron que el proceso de trabajo de parto, la espera para ello, era de entre 16 a 24 horas con el bebé muerto dentro de su vientre.
Uno de los familiares le dijo a la funcionaria administrativa del turno nocturno que los estaba atendiendo que no la fregaran, que el producto empezaría a estar en estado de descomposición y eso afectaría la salud de su madre y la respuesta fue que ellos no le iban a decir a ellos cómo iban a hacer su trabajo, ya que en esta Clínica se llevaba a cabo un protocolo.
Ante esta respuesta, los familiares advirtieron a la funcionaria que si la madre llegara a tener alguna complicación o se moría, entonces los iban a demandar por negligencia médica y la respuesta fue llamar a seguridad para que los sacaran del lugar.
Ya después, llegó una doctora y empezó a darle información al padre del bebé, pero la Cesárea, la practicaron hasta más de doce horas después, situación que mantuvo en vilo a la familia.
Según opinión de un médico externo, la cesárea debido haberse practicado de inmediato porque el bebé ya muerto dentro del vientre se empieza a necrosar porque es muy difícil que se salga por dolores de parto, por lo que se tiene que limpiar la matriz o hacer cesárea si es un producto mayor de 16 semanas, en este caso, ya había cumplido el termino d gestación.
Explicó que si se saca al bebé varios días después, también se corre el riesgo de que salga en pedazos y se puede perforar el útero de la madre lo que pondría en mayor riesgo su vida.
Al bebe, este martes 20 de noviembre, se le dio cristiana sepultura en el panteón ejidal de Jarretaderas, bahía de Banderas, Nayarit.