En ceremonia cívica, recordaron al político y militar mexicano
A 91 años de la muerte del General Álvaro Obregón, autoridades civiles y militares encabezadas por la subdirectora de Educación Municipal, Celina Lomelí Ramírez en representación del alcalde Arturo Dávalos Peña, recordaron al político y militar mexicano, asesinado el 17 de julio de 1928 en el restaurante La Bombilla de la ciudad de México.
Claudia María Konstanza Barbosa Padilla, directora de Desarrollo Institucional, dio lectura a la ficha histórica del nacido en Navojoa, Sonora, y que a sus 20 años, en 1910, se adhirió al maderismo. Obregón combatió en Sonora y en Chihuahua a los rebeldes orozquistas contrarios al régimen del presidente Francisco I. Madero y contribuyó a la caída del gobierno del general Victoriano Huerta.
Destacó que partidario del constitucionalismo, Obregón derrotó a la División del Norte comandada por Francisco Villa, en las batallas de Celaya y fue en el transcurso del tercer enfrentamiento que perdió el brazo derecho en Santa Ana del Conde, cerca de León.
En 1919 –señaló- lanzó su candidatura a la presidencia de México, sin embargo Venustiano Carranza apoyó a Ignacio Bonillas como su sucesor, esto provocó la rebelión en Agua Prieta. Tras el asesinato de Carranza, Adolfo de la Huerta ocupó la presidencia interina y posteriormente el 1 de diciembre de 1920, Obregón le sucedió en el cargo.
Bajo su administración comenzó la reconstrucción del país luego de 10 años de violencia, atendiendo la educación pública, la deuda con los acreedores internacionales, la revitalización de la infraestructura destruida, entre otros temas; al concluir su periodo presidencial se retiró de la política.
“Años más tarde en los comicios de 1928, regresó a la escena política para contender nuevamente por la presidencia de la República la cual ganó un 1 de julio de 1928. Se dio el primer y único intento de reelección en el ejecutivo federal tras la lucha revolucionaria antireeleccionista”, detalló. Sin embargo el 17 de julio, José de León Toral, partidario de la lucha cristera acabó con su vida cuando el presidente electo se encontraba en una comida en su honor con los integrantes de la diputación del estado de Guanajuato.
El agresor fue detenido. Las investigaciones arrojaron que de León Toral era un fanático católico quien actuó en defensa de sus creencias religiosas y veía en Obregón a un enemigo de la iglesia. El asesino fue enjuiciado y ejecutado en febrero de 1929.
“El deceso del caudillo generó un vacío de poder que fue aprovechado por el presidente en funciones Plutarco Elías Calles, para crear el Partido Nacional Revolucionario como mecanismo institucional dentro del cual se resolvieron todas las disputas por el poder de los siguientes años, abriendo el tránsito como dijo Calles, de un país de caudillos a uno de instituciones”, concluyó la funcionaria.