*Un muro de más de cinco metros de altura en la frontera de esta ciudad y El Paso…
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Ciudad Juárez, Chih., Un muro de más de cinco metros de altura en la frontera de esta ciudad y El Paso, Texas, en una franja de 6.5 kilómetros para sustituir la malla ciclónica que actualmente divide a México de Estados Unidos, comenzó a construirse este sábado, anunciaron autoridades del vecino país.
Este nuevo muro será más duradero y por tanto más efectivo para evitar la entrada de personas indocumentadas y drogas, dijo Aaron Hull, jefe de la Patrulla Fronteriza (CBP, por su siglas en inglés), sector El Paso.
Especificó que la malla ciclónica será remplazada por postes metálicos de 5.48 metros de alto, con una base de cemento similar a la estructura de bolardos de acero que colocaron en el área de Santa Teresa hace dos años. La nueva barrera tendrá un costo de 22 millones de dólares.
La CBP adjudicó un contrato en junio pasado a West Point Contractors, de Tucson, Arizona, e inició trabajos la mañana de ayer al oeste del cruce internacional Paso del Norte, del lado estadunidense; concluirá en abril de 2019.
La CBP detalló que en la frontera con Juárez hay alto número de detenciones de indocumentados y contrabando de drogas.
La edificación de un muro en toda la frontera con México fue una de las promesas de campaña más controvertidas del presidente Donald Trump.
La iniciativa está frenada en el Congreso, lo que ha suscitado airadas reacciones del mandatario republicano.
El muro inicia en la zona conocida como Chihuahuita, el barrio más antiguo de El Paso, donde viven alrededor de 200 personas, y el límite sur del vecindario es la cerca fronteriza que separa esa urbe de Ciudad Juárez.
En los años 80 y principios de los 90 del siglo pasado, el área era conocida por las altas tasas de robo cometidas por bandas criminales que operaban en ambos lados de la frontera, señaló Hull.
En 1993, la Patrulla Fronteriza instrumentó la Operación Mantener la Línea, lo que aumentó la presencia de agentes y la infraestructura mejorada que ya existe.
Según Hull, la medida fue criticada por algunos, pero en un año las estadísticas delictivas en la ciudad de El Paso se redujeron 50 por ciento en todos los ámbitos.
Aseguró que el hurto menor, el robo residencial y el de autos bajó en 85 por ciento y que la entrada de personas sin documentos disminuyó en 74 por ciento en el centro de El Paso.