Icono del sitio NoticiasPV Nayarit

Cuál es la semilla que ayuda a reducir el ácido úrico y que casi siempre tiramos a la basura

Las pepitas de calabaza son una fuente clave de antioxidantes, grasas insaturadas y compuestos únicos que promueven la prevención de afecciones metabólicas e infecciosas

infobae.com

Las pepitas de calabaza, son semillas comestibles provenientes del fruto de diversas especies del género Cucurbita que no sólo forman parte de la tradición culinaria mexicana, sino que también destacan por sus propiedades nutricionales medicinales.

Según informó la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), estas semillas han sido utilizadas desde tiempos prehispánicos y continúan figurando como un ingrediente esencial en la gastronomía y la medicina tradicional del país.

Las plantas del género cucurbita tienen una historia que se remonta a miles de años y de acuerdo con la evidencia arqueológica, son originarias del continente americano. En el caso de la especie cucurbita pepo, una de las principales fuentes de pepitas, se cultivaba hace aproximadamente 7 mil años a.C. en el norte de México y en el sureste y este de los Estados Unidos.

Además de esta especie, las variedades Cucurbita moschata y Cucurbita argyrosperma también son reconocidas por su producción de semillas comestibles, conocidas como pepita menuda y pepita gruesa o calabaza pipiana, respectivamente.

Propiedades de las semillas de calabaza

Estudios resaltan que el magnesio presente en estas semillas contribuye a mejorar la densidad ósea y prevenir osteoporosis en mujeres posmenopáusicas. Imagen Ilustrativa Infobae)

Las pepitas de calabaza destacan por su alto contenido de nutrientes esenciales y compuestos bioactivos que aportan múltiples beneficios a la salud. Según informó Conabio, estas semillas son una excelente fuente de proteínasgrasas insaturadasvitaminas minerales.

Entre los nutrientes más destacados se encuentran el magnesio, los ácidos grasos omega 3 y la fibra, que contribuyen a la salud cardiovascular y al control de la presión arterial.

Además, las pepitas contienen zinc, un mineral que fortalece el sistema inmunológico y ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre, siempre y cuando los suelos donde se cultiva la calabaza sean ricos en este elemento.

Su perfil proteico es comparable al de las leguminosas, lo que las convierte en un complemento ideal para alimentos elaborados con cereales como maíz, avena, arroz o trigo, logrando así una proteína de alta calidad.

De acuerdo con Medical News Today, su consumo puede contribuir a mejorar la salud ósea, fortalecer el sistema inmunológico y favorecer el bienestar sexual. Este alimento, ampliamente utilizado en diversas culturas, es una fuente significativa de nutrientes esenciales como el magnesio, esencial para la formación y densidad de los huesos.

Su consumo adecuado se asocia con una menor probabilidad de desarrollar osteoporosis, especialmente en mujeres posmenopáusicas. Junto a este mineral también aparece el hierro y los ácidos grasos poliinsaturados.

Según Medical News Today, “una dieta que se centre principalmente en alimentos vegetales puede ayudar a controlar la gota al reducir el ácido úrico.” Un estudio de 2017 encontró que comer alimentos con Índice Glucémico (IG) bajo reduce el ácido úrico, lo que puede ayudar a prevenir los ataques de gota.

Además, las personas pueden controlar estos ataques evitando limitando los siguientes alimentos con IG alto: carbohidratos refinados, como pan blanco, pasta y arroz. También tienen que evitar el consumo de pasteles, bizcochos, galletas, panqués y dulces así como verduras o frutas con IG más alto, ya sean papas, sandía o plátanos y sandía.

Otros beneficios presentes en las semillas de calabaza

Para potenciar su sabor, algunas personas deciden ponerlas al comal. (Imagen Ilustrativa Infobae).

Por otro lado, las grasas saludables presentes en las semillas de calabaza, contribuyen a la salud cardiovascular que junto con los antioxidantes, ayudan a reducir la inflamación y a proteger los vasos sanguíneos, lo que puede disminuir el riesgo de enfermedades del corazón.

Además, las semillas contienen vitamina E, un nutriente que refuerza el sistema inmunológico y favorece la circulación sanguínea al mantener los vasos en buen estado.

Según reportó Conabio, su acción antioxidante, atribuida a la presencia de tocoferoles compuestos fenólicos, también ayuda a combatir el daño celular causado por los radicales libres, lo que podría prevenir enfermedades como el cáncer, la diabetes y los padecimientos cardiovasculares.

Asimismo, algunos compuestos presentes en estas semillas han demostrado ser protectores del hígado, un beneficio relevante en el contexto de la creciente incidencia de hígado graso asociado al consumo excesivo de bebidas azucaradas en México. También se les atribuyen propiedades anticancerígenas, gracias a su capacidad para influir en los mecanismos de apoptosis muerte celular programada en células cancerígenas.

Otro de los beneficios destacados es su efecto antiparasitario, derivado de la cucurbitina, un compuesto exclusivo de las semillas de calabaza. Además, las pepitas han mostrado ser útiles en el tratamiento de afecciones como la gastritis, las úlceras, y en la promoción de la salud de la próstata y el sistema urinario.

Salir de la versión móvil