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La Habana. Tras la confirmación de tres contagiados, Cuba activó este miércoles un Plan nacional de prevención y control del COVID-19, que incluye la atención territorial en varios hospitales de la isla.
El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) informó del diagnóstico positivo de la enfermedad en tres turistas italianos recién llegados a la central ciudad de Trinidad, a unos 315 kilómetros al sudeste de La Habana.
La prescripción fue confirmada por especialistas del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri (IPK), uno de los principales centros de salud de la isla y punta de lanza del programa gubernamental para prevenir la epidemia.
Tanto el IPK como laboratorios en Santa Clara, a unos 270 kilómetros al este de la capital, y en Santiago de Cuba, a 860 al sureste, tienen la capacidad de detectar el nuevo coronavirus.
A propósito, especialistas de Santa Clara y Santiago de Cuba recibieron en días recientes una capacitación en el IPK sobre el nuevo coronavirus, cuyo avance mundial obligó a las autoridades a extremar las medidas en los puntos de entrada al país, con el empleo de detectores de temperatura impuestos a los viajeros en aeropuertos, marinas y puertos.
La isla tiene dispuestas más de 3.100 camas y un centenar de salas de terapia intensiva de todo el país, las que podrían incrementarse de acuerdo al comportamiento de una eventual epidemia.
Los hospitales militares forman parte de la red de instituciones previstas para atender a los contagiados y, en todos los casos, se presentarán médicos especialistas que evaluarán a las personas con problemas respiratorios.
Las autoridades cubanas han señalado que el Plan nacional no es estático pues se continuará actualizando de manera sistemática, incluida su aplicación en cada uno de los territorios, desde las provincias hasta los barrios.
Esa postura fue confirmada por la ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez, quien adelantó que ese organismo implementó una estrategia que se dará a conocer este jueves, mediante teleconferencia con directivos y especialistas de la educación de todas las provincias y municipios del país.
Velázquez destacó la utilidad de la experiencia adquirida por los educadores cubanos en el enfrentamiento a otras enfermedades, como dengue, zika y chikungunya, entre otras.
“El maestro es el primero en enterarse de la ausencia de un estudiante, la cual debe tenerse en cuenta e investigar, si se ignora la causa concreta, para cerciorarse de que no es por ningún síntoma sospechoso o confirmado de la enfermedad”, explicó.
La ministra señaló que, además de la aplicación de un grupo de medidas higiénico-sanitarias, en las escuelas se hará un pesquisaje diario, coordinado con el MINSAP.
Entretanto, medios cubanos informaron que el gobierno de Jamaica solicitó a la isla el envío de un centenar de enfermeras para ayudar a las unidades de cuidados intensivos en el tratamiento a los casos más graves de COVID-19.
El ministro jamaicano de Salud y Bienestar, Christopher Tufton, dijo que analiza junto a representantes cubanos la posibilidad de que ese contingente pueda contribuir al esfuerzo nacional ante la presencia del patógeno.
En la actualidad, más de 300 profesionales de la salud cubanos, bajo un acuerdo de Cooperación técnica bilateral, prestan sus servicios en instituciones hospitalarias de Jamaica.