*El género fantástico tiene difícil cabida en los grandes festivales de cine y más aún en el palmarés…
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Venecia.
El género fantástico tiene difícil cabida en los grandes festivales de cine y más aún en el palmarés, pero Guillermo del Toro lo consiguió con The Shape of Water (La forma del agua), fábula que lo convirtió en el primer mexicano en levantar el León de Oro del Festival de Venecia.
Quiero dedicar esto a todo director joven mexicano y latinoamericano que quiere hacer una película en el género fantástico
, aseguró el realizador, feliz y visiblemente emocionado al recibir el premio. Todo se puede hacer
, aseguró.
El cineasta, de 52 años, ovacionado por los periodistas, afirmó que lo importante es que cuando llegan los galardones, vengan con algo a lo que se ha sido fiel. Lo único que tengo es ser fiel a lo que quiero hacer
, subrayó. Los premios son fantásticos, muy estimulantes, pero en esta película intenté arriesgar, realizar cosas que no había hecho antes
, dijo quien conquistó a la crítica y al público desde que presentó su historia a concurso.
Conexión peculiar
La forma del agua, ambientada en plena guerra fría, se centra en la historia de una limpiadora muda, interpretada por la británica Sally Hawkins, quien conoce a una extraña criatura, un hombre pez, con el que consigue conectar de forma especial. Michael Shannon, Richard Jenkins, Doug Jones, Michael Stuhlbarg y Octavia Spencer completan el reparto de esta particular versión del clásico de la literatura infantil La bella y la bestia, que convierte en una fábula con mensaje político.
Del Toro quiere hablar en favor del otro y en contra de la unificación y la perfección. Las peores ideologías invocan la pureza. Lo hermoso de la humanidad es la imperfección
, agregó el cineasta, quien considera las parábolas como la mejor forma de hablar de “verdades universales. Del Toro se convierte además en el tercer director iberoamericano en levantar este galardón tras el español nacionalizado mexicano Luis Buñuel con Bella de día y el venezolano Lorenzo Vigas con Desde allá.
En tanto, el Gran Premio del Jurado fue para el segundo trabajo del israelí Samuel Maoz, Foxtrot, drama sobre el conflicto en Cercano Oriente en el que un padre afronta la absurda muerte de un hijo en el frente.
Uno de los grandes vencedores de la noche fue el director debutante francés Xavier Legrand, quien no sólo se llevó el León del Futuro, el Luigi de Laurentis a la mejor ópera prima, sino también el León de Plata a la mejor dirección por su película sobre la violencia de género Jusq’à a la garde.
La británica Charlotte Rampling, de 71 años, se hizo con la Copa Volpi a la mejor actriz por su interpretación sin apenas diálogo de una mujer cuya vida da un vuelco al enterarse de que su marido, con el que ha estado casada más media vida, ha cometido un abominable crimen en Hannah, del director Andrea Pallaoro.
La Copa Volpi para el mejor actor fue para Kamel El Basha, que viene del teatro y protagoniza su primera película en The Insult, drama del libanés Ziad Doueiri.
El estadounidense Charlie Plummer, de 18 años, se llevó el premio al mejor actor emergente por Lean on Pete, drama sobre un joven huérfano que se aferra a un caballo de carreras que sabe que van sacrificar; la película de Andrew Haigh figuraba también entre las más apreciadas, al igual que Three Billboards Outside Ebbing, Missouri, que se fue de Venecia con el premio al mejor guión para su director, el británico Martin McDonagh.
Imágenes de nostalgia
La presente edición del Festival Internacional de Cine de Venecia ha estado envuelta en la nostalgia que aportaron una de las imágenes más memorables del certamen: reunir a míticas estrellas como Robert Redford y Jane Fonda. Amigos desde que hace 47 años, Redford (de 81 años) y Fonda (de 79) recogieron sendos Leones de Oro por su carrera, pero también presentaron la más reciente de sus cuatro películas juntos, Our Souls at Night.
Además, por Venecia desfiló la plana mayor de interpretación británica. Desde Michael Caine, que acudió a contar la revolución social y cultural que se vivió en su país en los años 60 en el documental My Generation, hasta Judi Dench, la gran dama de los escenarios británicos. Se embutió en los cancanes y los corsés de fines del siglo XVIII para volver a encarnar a la reina Victoria en Victoria & Abdul, la nueva película de Stephen Frears que se estrenó en la ciudad de los canales.
Y para el recuerdo queda también la interpretación que Javier Bardem hizo del narcotraficante colombiano Pablo Escobar en Loving Pablo, la película en la que comparte cartel con su mujer Penélope Cruz y que dirige el realizador español Fernando León de Aranoa.
En esta edición del festival de Venecia ha sido escasa la presencia de cine en español, pero ha superado todas las expectativas no sólo por el premio a Del Toro, sino que la argentina Natalia Garagiola, fue galardonada con su debut, Temporada de caza.
Además, la colombiana Candelaria, de Jhonny Hendrix Hinestroza, se alzó con el máximo premio de la sección paralela Giornate degli Autori, mientras la coproducción chilena Los versos del olvido, dirigida por el iraní Alireza Khatami, se hizo con el premio al mejor guión de la sección en la que se presentaba, Orizzonti.
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