Washington acusó a Rivera Zazueta de “haber trabajado en estrecha colaboración” con la empresa de transporte de productos químicos china Shanghai Fast-Fine Chemicals para la elaboración de fentanilo
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Este lunes 30 de enero, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó por tráfico de fentanilo al narcotraficante José Ángel Rivera Zazueta, alias “El Flaco”, originario de Culiacán, quien es considerado como uno de los principales lugartenientes de Ismael “El Mayo” Zambada.
Washington acusa a Rivera Zazueta de “haber trabajado en estrecha colaboración” con la empresa de transporte de productos químicos china Shanghai Fast-Fine Chemicals, “que ha enviado varios precursores químicos, con frecuencia con etiquetas falsas, a organizaciones de tráfico de drogas en México para la producción ilícita de fentanilo destinada a los mercados de Estados Unidos”.
La OFAC impuso sanciones económicas a Shanghai Fast Fine Chemicals en diciembre de 2021. El Tesoro estadounidense también sancionó a su compatriota Nelton Santiso Aguila, y a otro traficante guatemalteco identificado como Jason Antonio Yang Lopez.
La OFAC emprendió medidas contra los tres por participación en actividades o transacciones que han contribuido materialmente a la proliferación internacional de drogas ilícitas o de sus medios de producción, o que plantean un riesgo significativo de contribuir a eso.
La red de Rivera Zazueta, según el comunicado del Tesoro, opera a escala global, con nodos en Estados Unidos, México, América del Sur y Central, Europa, Asia, África y Australia.
Estados Unidos afirma que importa químicos de China a México que se usan posteriormente para fabricar drogas sintéticas, como fentanilo, MDMA, cristales de metanfetaminas, 2C-B y ketamina.
A Rivera Zazueta también se le considera responsable de mover grandes cantidades de cocaína de Colombia a Estados Unidos, España, Italia, Guatemala, México y otros países en Europa y América Central.
Las sanciones de hoy, según el boletín, son resultado de los “continuos esfuerzos de las agencias estadounidenses para frenar la importación y distribución de fentanilo ilícito en Estados Unidos”, y fue coordinada “de cerca” con el Ejecutivo mexicano.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, subrayó que el país está decidido a hacer frente a los narcotraficantes de fentanilo, “incluso exponiéndolos e impidiéndoles acceder y usar el sistema financiero internacional”.
“El fentanilo ilícito ha provocado muertes por sobredosis sin precedentes en Estados Unidos, y la mayoría de estas drogas proceden de carteles mexicanos, incluido el Cártel de Sinaloa, que utilizan precursores químicos del este de Asia”, afirmó el subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian Nelson, citado en el comunicado.
Bajo las sanciones de este lunes, quedan bloqueadas las propiedades en Estados Unidos de ambos políticos haitianos y quedan prohibidas sus transacciones y negocios.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos calculan que más de 100.000 estadounidenses murieron por sobredosis en 2021 y que en dos tercios de esas sobredosis mortales hubo opioides sintéticos.
Operación Halcón
En 2019, la llamada “Operación Halcón”, una investigación encabezada por la policía italiana, ayudó a desentrañar el modus operandi con el que el Cártel de Sinaloa intentó llevar toneladas de cocaína al viejo continente a través de una organización criminal italiana considerada como la distribuidora de droga más poderosa de Europa.
En aquel entonces ya había iniciado el juicio contra Joaquín “El Chapo” Guzmán, el líder más célebre de la organización criminal, y faltaba poco para que las autoridades estadounidenses lo sentenciaran a cadena perpetua por su implicación en 10 delitos relacionados con el tráfico de drogas y lavado de dinero.
El Cártel de Sinaloa, sin embargo, continuó siendo el mismo. La investigación de las autoridades italianas descubrió que la organización criminal puso los ojos en aquel país con la finalidad de encontrar nuevas rutas desde el continente americano y ampliar su presencia en la Unión Europea.
Buena parte de las drogas que arriban a territorio Europeo desde América Latina lo hacen en buques que llegan a grandes puertos donde se vuelve complicado revisar el contenido de cada uno de los contenedores. Sinaloa quiso busca otra ruta, no precisamente por la vía marítima. El plan de su incursión en Italia contempló traslados de droga en aviones privados que atravesaban el mar atlántico y aterrizaban en pequeños puertos del sur de la península itálica. Una vez ahí, el plan era que la droga fuera redistribuida en otras partes de Europa.
Los sinaloenses eligieron Catania, una ciudad en la costa oriental de Sicilia, la región italiana donde nació la mafia, porque ahí contaban con un aeropuerto internacional, pero sobre todo porque ahí encontraron lo más importante para su negocio: un funcionario dispuesto a ayudar.
Gracias a un informante las intenciones del cártel llegaron hasta los oídos del Grupo de Investigación del Crimen Organizado (GICO) —la unidad antimafia de la policía financiera italiana en Catania— y en menos de tres meses el capitán Pablo Leccese identificó a las principales figuras del Cártel de Sinaloa en Italia: los guatemaltecos Luis Fernando Morales Hernández, alias el Suegro, Daniel “Tito” Esteban Ortega Úbeda y Félix Rubén Villagrán López.
La relación con el Mayo Zambada
El funcionario del aeropuerto Catania-Fontanarossa que los ayudó solo fue identificado como “Don Señor”. El GICO se enteró que los narcotraficantes estaban gestionando un vuelo con cocaína desde Colombia. El mismo informante también descubrió la identidad del líder de Sinaloa que dirigía la célula de Catania: José Ángel Rivera Zazueta, el Flaco, originario de Culiacán (México), y uno de los principales lugartenientes de Ismael el Mayo Zambada, uno de los actuales líderes del Cártel de Sinaloa, en Italia.
“El Flaco” estaba a punto de reunirse con “Don Señor” para planear la logística del vuelo proveniente de Colombia, así como la distribución de cocaína entre varios compradores que acudirían a recogerla a Italia. Rivera Zazueta aterrizó en Catania el primero de junio de 2019 y se registró en el lujoso hotel Romano Palace, ubicado a orillas del mar. Al día siguiente se reunieron junto con el resto de los socios en el restaurante del hotel.
El plan consistió en llevar 385 kilos de cocaína en un avión que despegó desde México hacia Cartagena (Colombia), donde lo cargaron con cocaína. Luego hizo una escala en Cabo Verde, el punto más occidental de África, para cargar combustible y de ahí volar a Catania. Ahí los recibió “Don Señor”, quien se llevó la droga en un vehículo para evitar la aduana y encaminarse hacia al norte.
En Italia la droga sería vendida a la ‘Ndrangheta, una organización mafiosa con más de 30.000 afiliados y un patrimonio que supera con creces el PIB de países como Estonia y Eslovenia. En 2013 facturó 53.000 millones de euros, más que Mc’Donalds y Deutsche Bank juntos. Las autoridades italianas estiman que actualmente controla cerca del 80% de la cocaína que ingresa a Europa. “Es la mafia italiana más potente del momento, con un rol muy importante en el narcotráfico internacional”, aseguró Michele Riccardi, investigador de Transcrime.
Fue entonces cuando la Dirección Central Antidrogas, un cuerpo de policía que coordina las operaciones antidrogas en Italia, decidió intervenir en las operaciones del Cártel de Sinaloa infiltrando a dos agentes encubiertos como narcotraficantes: Rodríguez y “El Cholo”. A ellos se les unió un oficial encubierto de la Dirección Antinarcóticos colombiana, apodado “Lucas”, que también se hizo pasar como narcotraficante.
El 16 de enero, Ortega y Villagrán volaron a Verona para reunirse con Salvador Ascensio Chávez, alias “El Arquitecto”, nacido en Jalisco, una importante figura del cártel que venía de México para supervisar la venta. Ahí se encontraron con “Don Señor”, que llevaba el pedido.
La Policía Financiera de Italia, que vigilaba ambos grupos, y con ayuda de los infiltrados que ayudaron a los narcotraficantes a concretar el envío de cocaína, arrestó a Ortega y Villagrán en Verona. Fueron acusados de tráfico y distribución internacional de drogas.
El 15 de diciembre de 2021, el Proyecto de Informes sobre la Delincuencia Organizada y la Corrupción (OCCRP, por sus siglas en inglés), reveló detalles de las intenciones del Cártel de Sinaloa: los 385 kilogramos eran una prueba a la que seguirían más toneladas, como en años anteriores había traficado Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”.