La molécula GK1, que es inocua, reduce tumores y metástasis del cáncer de mama.
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CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Científicos del Instituto de Investigaciones Biomédicas y académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrollaron una molécula, denominada GK1, que reduce tumores y metástasis del cáncer de mama.
Las científicas Edda Sciutto Conde y Gladis Fragoso González, del Instituto de Investigaciones Biomédicas y científicos de la UNAM demostraron que esta molécula tiene propiedades antitumorales y anti metastásicas, comprobadas en un modelo murino donde se usan ratones, para investigar la enfermedad o condición humana, explorar métodos de prevención y tratamiento.
La molécula fue identificada como parte de una vacuna creada contra la esclerosis porcina, una enfermedad parasitaria que afecta al humano y al cerdo.
Pero al comenzar la investigación se percataron de que tenía otras propiedades, inusuales para su tipo, relacionadas con la capacidad de inmuno-potenciar y de funcionar como coadyuvante para otros antígenos vacunales, indicó Sciutto.
“Posteriormente encontramos que los animales envejecidos producían espontáneamente adenocarcinomas pulmonares y, cuando los inmunizamos con la molécula GK1, estos carcinomas no se formaban o lo hacían reducidamente, lo cual representó un hallazgo”, añadió.
Consideró que las empresas farmacéuticas deben voltear a ver los trabajos de investigación realizados en la UNAM y, en este caso, acompañar el de la molécula GK1, que requiere recursos económicos para cubrir las fases clínicas finales y para su producción, si eventualmente sale al mercado.
Modelo de ratón
Fragoso González comentó, por su parte, que para recudir el cáncer de mama triple negativo que es la forma más agresiva, usaron un modelo de ratón al que, después de enfermarse, se le inmunizó.
“Tuvimos resultados muy alentadores: encontramos que fue capaz de reducir notoriamente el tamaño de los tumores, pero además algo importante: que pudo disminuir las metástasis a pulmón, no solamente macro metástasis, que se pueden ver a simple vista, sino también aminorar notoriamente las micro metástasis, que sólo se observan a nivel microscópico”, apuntó.
En el experimento, administraron vía intravenosa la molécula a los ratones, pero en la actualidad puede hacerse de manera subcutánea, lo que la convierte en una posibilidad más amable para el uso en humanos.
“Encontramos que también es inocua. La hemos probado en dosis altas y no ha demostrado ser tóxica, contrario a lo que numerosas moléculas utilizadas para combatir el cáncer, como las de quimio e inmunoterapias, que son tóxicas o costosas”, apuntó.
Con ello, agregó, se ha demostrado que la molécula GK1 potencialmente podría ser usada para inmunoterapia, pero para usarla en seres humanos, dijeron, primero deben realizarse estudios preclínicos en tres fases, “para asegurar su inocuidad y efectividad”.
Añadió que, si logran demostrar que es inocuo en población humana, pasarían a diseñar un estudio de fase clínica dos, para evaluar su eficacia en un número reducido de pacientes que padezcan cáncer de mama.
De bajo costo
De aprobarse los estudios en la fase dos, la aplicación se abriría a los enfermos, y si se demuestra su efectividad, se aumentaría la posibilidad de sobrevivencia y hasta de curación de los enfermos de cáncer de mama.
Aunado a lo anterior, Fragoso González señaló que la ventaja de la molécula GK1 es que es de bajo costo, por lo que sería un tratamiento bastante accesible para los enfermos.
“Para realizar los estudios en humanos, el proyecto de investigación ha recibido apoyo del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología, una acción sin precedente para financiar esta investigación clínica, ya que históricamente han sido respaldados por la iniciativa privada”, comentó.
Estos científicos obtuvieron el tercer lugar del premio CANIFARMA 2023, en la categoría de Investigación Básica de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica por esta investigación.