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Londres. Una red delictiva que estafó millones de dólares a cientos de miles de víctimas en varios continentes mediante llamadas telefónicas fraudulentas fue desmantelada en una operación policial internacional, anunciaron Scotland Yard y Europol el viernes.
Las pérdidas totales en todo el mundo superan los 119 millones de dólares y se detuvo a 142 sospechosos, informó la agencia de cooperación policial de la Unión Europea (UE).
Dirigida por las autoridades del Reino Unido, la operación internacional contó con la colaboración del FBI y las policías de varios países de la UE, Australia, Canadá y Ucrania, precisó Europol.
Se trata de la mayor operación antifraude jamás realizada por la policía británica, señaló Scotland Yard.
Sólo en el Reino Unido se detuvo a más de 100 personas, principalmente por fraude. Entre ellas se encuentra Teejai Fletcher, de 34 años, presunto organizador de la plataforma iSpoof, que facilitó las estafas a gran escala.
El número de víctimas potenciales se eleva a más de 200 mil, con pérdidas de decenas de millones de libras sólo en el Reino Unido. El promedio de dinero estafado individualmente es de 10 mil libras.
La web iSpoof vendía herramientas informáticas a los delincuentes que les permitían hacerse pasar por representantes de grandes bancos o instituciones mostrando números de teléfono fiables de entidades bancarias, oficinas fiscales o agencias gubernamentales para obtener dinero o códigos de acceso a cuentas bancarias por teléfono o SMS.
Los estafadores que utilizaban la plataforma pagaban en bitcóins, entre 150 y cinco mil libras según el servicio comprado.
Hasta agosto de este año, se realizaron 10 millones de llamadas en todo el mundo, 40 por ciento de ellas a Estados Unidos y más de 30 por ciento al Reino Unido.
“El uso de la tecnología por parte de los delincuentes organizados es uno de los mayores retos del siglo XXI”, declaró el jefe de la policía londinense, Mark Rowley.
Las autoridades siguen investigando para localizar a más usuarios de la red fraudulenta.
Estas detenciones “envían un mensaje a los ciberdelincuentes de que ya no pueden esconderse detrás del anonimato internacional”, subrayó la directora general de Europol, Catherine de Bolle.