No todos los alimentos que se ponen en los altares deben ser ingeridos pues pueden causar problemas a la salud
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El Día de Muertos es una tradición que celebra en México el 1 y 2 de noviembre. Es una fecha en la que las personas adornan con comida, flores y regalos las ofrendas como símbolo de respeto y cariño para recordar a los seres queridos ya fallecidos. Hay distintas formas de poner los altares pero todos llevan en común elementos icónicos de estas fechas como la flor de cempasúchil, el agua, sal, copal y las fotografías de la familia o amigos.
Las ofrendas son una práctica que se remonta a las antiguas civilizaciones y con el paso del tiempo se han ido transformando de acuerdo a cada familia y su tradición, quienes a su gusto ponen cosas distintivas para cada persona fallecida, entre las que destacan la comida.
Si bien los alimentos no son un elemento antiguo de los altares, sí es parte de la tradición poner algún platillo que le gustaba a la persona recordada, como guisados, dulces, frutas y bebidas. Según las antiguas prácticas, las ofrendas deben colocarse antes del 1 de noviembre, ya que es este día cuando las almas de los muertos viajan del Mictlán al mundo de los vivos para convivir con los seres queridos.
De acuerdo a las tradiciones la comida ofrecida en los altares es cargada con las energías de los visitantes por lo que su esencia queda impregnada en ella. Ante esta creencia mítica, no es recomendable ingerir estos alimentos. Sin embargo, dejando a un lado los tabúes, comer los platillos, dulces, frutas o cualquier cosa comestible puesta en los altares no conlleva a ningún riesgo siempre y cuando se encuentre en buen estado.
Por ejemplo, los platillos muy elaborados como el mole, arroz o cualquier otro guisado, tienden a empezar un proceso de descomposición cuando no son refrigerados a tiempo, entre uno a tres días, por lo que su ingesta sí puede perjudicar a la salud. Por otro lado, elementos como la fruta, los dulces y las bebidas no tienen problema para ser consumidas siempre y cuando no haya pasado mucho tiempo entre su colocación en el altar y su ingesta.
Recomendaciones
La comida utilizada en las ofrendas puede ser desechada si ya está en su proceso de descomposición o ha perdido su sabor. Elementos que pueden durar mucho tiempo como las bebidas y licores, pueden ser reutilizados para años siguientes. Las calaveritas, hechas de azúcar o cualquier otro elemento, suelen ser de larga duración por lo que si son cuidadas adecuadamente también pueden ser reutilizadas.
Si bien las ofrendas buscan ser una forma de recordar a los seres queridos de la forma más natural, ya existen elementos ficticios que hacen referencia a los platillos elaborados. En distintos mercados, como la Merced, se encuentran representaciones de plástico para hacer alusión a comidas como el mole o tamales. Esto con el fin de no desperdiciar los alimentos una vez que sean quitados de las ofrendas.
Los altares
De acuerdo con la historia, los altares eran una forma de representar a los muertos en la tierra. Los elementos tradicionales se basan en hacer alusión a los símbolos naturales como las flores, el agua, el copal, entre otros. Conforme el tiempo pasaba más cosas se fueron incorporando a las ofrendas, como el pan, las calaveritas y más.
La representación de los niveles en los que son colocados los elementos significa la relación del cielo y la tierra, así como también los niveles, según la mitología antigua, en especial la mexica, las almas debían pasar para llegar a un descanso eterno.