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CIUDAD DE MÉXICO (apro).– El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República (PGR) por el hallazgo de recetarios apócrifos que habrían sido utilizados para sustraer medicamentos caros de la farmacia del Hospital General de Zona No. 16 de Torreón, Coahuila.
El director general del IMSS, Germán Martínez Cázares, estimó que el daño económico provocado al Instituto por la sustracción de estos medicamentos es de alrededor de 300 millones de pesos, por lo que espera que las autoridades investiguen la procedencia, distribución y uso de los recetarios con el propósito de deslindar responsabilidades.
Además, hizo un llamado a todos los trabajadores del Instituto a colaborar con esta investigación para dar con los responsables y garantizó el anonimato de quien haga alguna denuncia al respecto.
La investigación, informó, se está llevando a cabo a nivel nacional con el objetivo de cerrar espacios a la corrupción y ofrecer mejores condiciones de servicio para los derechohabientes.
Martínez Cázares detalló que los recetarios originales expedidos por la Dirección de Prestaciones Médicas fueron remplazados por otros aparentemente falsos, con los que presuntamente se surtían los medicamentos, motivo por el cual se presentó una denuncia contra quien resulte responsable.
Adicionalmente, apuntó, se cuenta con un dictamen pericial de documentoscopía, donde se advierten las diferencias en la tipografía, color, diseño y tinta de las recetas originales y las falsas.
Precisó que las recetas falsas fueron distribuidas a diversos médicos del HGZ No. 16, a través de 216 recetarios contabilizados hasta el momento, y con los cuales realizaron sus funciones de prescripción de medicamentos, pues desconocían su naturaleza apócrifa.
Aunque subrayó que aún se desconoce el destino y uso específico que se le dio a los formatos originales que fueron reemplazados, aseguró que los falsos ya fueron retirados y asegurados.
Finalmente, el director del IMSS señaló que se dieron de baja los folios de las recetas falsas en el sistema, con la finalidad de que no sean utilizadas para surtir medicamentos, y se sustituyeron por documentos originales, que fueron entregados a los médicos para el ejercicio de sus funciones.