‘El rey del cash’: ¿Cómo era el sistema de ‘moches’ cobrado por el equipo de AMLO?

Raymundo Riva Palacio, columnista de El Financiero, tuvo acceso al libro de la periodista Elena Chávez.

elfinanciero.com.mx

El equipo del presidente Andrés Manuel López Obrador utilizó un sistema de ‘moches’ como parte de su financiamiento, según lo expuesto en El rey del cash, libro de la periodista y escritora Elena Chávez.

Raymundo Riva Palacio, columnista de El Financiero, tuvo acceso a fragmentos del título que será publicado este mes y en el que se relata que el equipo del hoy titular del Ejecutivo implementó un sistema de cuotas cobradas a funcionarios del gobierno del entonces Distrito Federal.

Riva Palacio cita que ese esquema era coordinado por Alejandro Esquer, “el hombre de todas los temas privados de López Obrador y de quien es hoy secretario particular”.

¿Cómo funcionaba el esquema de ‘moches’?

Según lo expuesto en El rey del cash, Esquer recibía a los funcionarios con una copia del organigrama y estructura de la oficina que dirigían.

“En función del número de empleados en la nómina, les decía la cuota que tenían que entregarle mensualmente”, señaló el columnista, citando al libro.

Esas reuniones se hacían en el edificio ubicado en la calle de San Luis Potosí, número 64, en la colonia Roma, un sitio que fue utilizado por el hoy presidente como su casa de campaña.

Para cumplir con la cuota marcada por Esquer, las y los funcionarios empezaron implementar un sistema de ‘moche voluntario’ en sus oficinas. Este cobro fue institucionalizado por Octavo Romero Oropeza, el hoy director de Petróleos Mexicanos y el entonces oficial mayor del Gobierno central.

“(El cobro era) de 10 por ciento, y que se extendió como subsidio a López Obrador todo el sexenio de Marcelo Ebrard, y una parte del de Miguel Ángel Mancera”, agregó Riva Palacio.

El ‘premio’ por los ‘moches’

Riva Palacio relata, citando al libro, que quienes cumplían con su cuota tenían derecho a una reunión con López Obrador, lo que terminó por convertirse en una especie de círculo vicioso.

“Era un bumerán, de acuerdo con lo que señala el libro, porque quienes más dinero llevaban eran designados por López Obrador como operadores en los estados, para construir estructuras electorales, pero con dinero de su bolsillo”, señala el columnista.

                                                         
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