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En las profundidades del mar, una pequeña y extraña criatura colgada boca abajo en una cueva en la Gran Barrera de Arrecife de Coral, en la costa de Australia, devoraba a su presa cuando algo metálico comenzó a acercársele.
En la superficie, los científicos que observaban al animal, se percataron de que habían descubierto una nueva especie.
Sentado en su escritorio, Merrick Ekins, con la vista concentrada en la pantalla donde dirigía la expedición mediante un vehículo de control remoto (ROV), escribió el Museo Queensland en un comunicado fechado el 16 de junio que compartió con McClatchy News.
Un equipo a bordo de la nave Falkor, del Instituto de Investigaciones Oceánicas Schmidt, envió el ROV a las profundidades del mar para explorar la Gran Barrera de Coral, según el comunicado.
Después de cuatro expediciones, los investigadores encontraron varias esponjas de mar que parecían ser especies sin descubrir, de acuerdo con un trabajo publicado en la revista Zootaxa el 23 de mayo. Los expertos fotografiaron las esponjas, las recogieron cuidadosamente y las llevaron a la superficie para realizar más estudios.
Tras analizar más a fondo, los investigadores se dieron cuenta de que habían hallado tres nuevas especies de esponjas carnívoras en las zambullidas, señaló el estudio.
Las primeras nuevas especies, encontradas colgadas boca abajo en el techo de una caverna submarina, se bautizaron como Axoniderma wanda, apuntaron los expertos. La esponja se parecía al “parásito extraterrestre”, también conocido como “Wanda” del libro y la película The Host.
Las esponjas axoniderma wanda tienen forma de paleta, con un cuerpo parecido a un disco y “un tallo largo y delgado”. El cuerpo puede llegar a unas 0.3 pulgadas de diámetro con un tallo mucho más largo. En las fotos puede verse a la esponja de color blanquecino.
Una Axoniderma wanda todavía estaba comiendo su más reciente merienda, un crustáceo parcialmente digerido, cuando los investigadores la recogieron, se ve en una foto.
La segunda nueva especie de esponja se bautizó como Abyssocladia falkor por el barco en que viajó la expedición, dijo el estudio.
Las esponjas Abyssocladia falkor tienen forma de sonajero infantil, con discos en los extremos opuestos de un tallo largo y delgado. Los animales tienen un color crema y pueden alcanzar unas 0.3 pulgadas de diámetro. En una foto, aparece una esponja Abyssocladia falkor colgada de una roca.
La tercera nueva especie se encontró en una roca y se le dio el nombre de Abyssocladia jeanvaceleti, dijeron los expertos. El animal se bautizó en honor a Jean Vacelet, el científico que “demostró la existencia” de las esponjas carnívoras.
Las esponjas Abyssocladia jeanvaceleti tienen también forma de paleta con un cuerpo parecido a un disco y un largo tallo, observó el estudio. El cuerpo puede llegar a tener unas 0.3 pulgadas de diámetro con pequeños filamentos que irradian luz.
Los investigadores identificaron las esponjas como nuevas especies basándose en la forma del cuerpo y las estructuras físicas, destacó el estudio. Los expertos no pudieron analizar en ADN de las esponjas, ya que los especímenes se contaminaron durante la recogida o el procesamiento.
La expedición también documentó varias otras especies de esponjas. El uso del ROV en el descubrimiento de las esponjas no hace sino confirmar “el inmenso valor de la tecnología para observar y recoger con cuidado las esponjas de sitios muy remotos e inaccesibles”, dijeron los expertos.
Las nuevas especies de esponjas se hallaron en tres lugares diferentes de la Gran Barrera de Coral, ubicada en la costa noreste de Australia.
El equipo de investigación incluyó también a los científicos Merrick Ekins y John Hooper.