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Esto se sabe sobre las diferencias genéticas en los perros de Chernóbil

Aunque no se encontró ninguna evidencia de mutación genética, los investigadores añaden que eso no descarta el papel de las presiones selectivas para explicar las diferencias entre las dos poblaciones de perros. 

proceso.com.mx

MADRID (EUROPA PRESS).- Es poco probable que la mutación inducida por radiación haya provocado diferencias genéticas entre las poblaciones de perros de la ciudad de Chernóbil y la cercana central nuclear de Chernóbil.

Es la conclusión de un nuevo estudio, publicado en PLOS ONE, que tiene implicaciones para comprender los efectos de la contaminación ambiental en las poblaciones a lo largo del tiempo.

“Hemos estado trabajando con dos poblaciones de perros que, aunque están separadas por solo 16 kilómetros, o aproximadamente 10 millas, son genéticamente distintas”, dice en un comunicado Matthew Breen, profesor distinguido Oscar J. Fletcher de Genética Oncológica Comparada en la Universidad Estatal de Carolina del Norte.

“Estamos tratando de determinar si la exposición de bajo nivel durante muchos años a toxinas ambientales como la radiación, el plomo, etcétera, podría explicar algunas de esas diferencias”. Breen es el autor correspondiente del estudio.

Anteriormente, el equipo había analizado variantes genéticas distribuidas en todo el genoma e identificado 391 regiones atípicas en el ADN de los perros que diferían entre las dos poblaciones. Algunas de estas regiones contenían genes asociados específicamente con la reparación del daño del ADN. En este nuevo estudio, los investigadores realizaron una inmersión más profunda en los genomas de los perros para detectar evidencia de mutaciones que pueden haberse acumulado con el tiempo.

“Primero, contextualizamos el nivel de diferencias genéticas entre dos poblaciones de perros, lo que indicó que la genética de los perros de la ciudad de Chernóbil era muy similar a las poblaciones de perros de Rusia, Polonia y las áreas circundantes”, dice Megan Dillon, candidata a doctorado en NC State y autora principal del estudio. “De esa manera, pudimos usar los perros de la ciudad de Chernóbil como una población de control representativa para comparar con los perros de la central nuclear de Chernóbil”.

Los investigadores comenzaron a buscar diferencias primero a nivel cromosómico, luego en pequeños intervalos del genoma y luego diferencias en nucleótidos individuales. El equipo buscaba anomalías y evidencia de mutaciones acumuladas en el ADN de la línea germinal, cambios que ocurren en el ADN de las células reproductivas y se transmiten de padres a hijos con el tiempo.

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