Un exceso en el consumo del ácido acético que contiene la popular salsa mexicana podría conllevar peligros para tu salud mayores a las de una gastritis.
Aunque la salsa Valentina se ha convertido en un imprescindible en los hogares mexicanos ya que es una opción para darle un sabor picante a nuestras botanas, mariscos, pescaditos o pizzas, también se ha empleado en otros usos.
En sus diversos sabores -como la etiqueta negra o amarilla- y presentaciones (de 4 litros, un litro o 370 ml) también se ha dado a conocer en el extranjero. Su fórmula tradicional se compone de los siguientes ingredientes: agua, chile seco de árbol, chiles puyas, ácido acético, sal yodada, condimentos, especias y 0.1% de benzoato de sodio como conservador.
Su creación fue en la década de los sesenta por el empresario Manuel Maciel Méndez, quien es el fundador de la salsa Tamazula. El negocio familiar que fundó en Guadalajara se expandió con la elaboración de marcas como la salsa Valentina y Costa Brava.
¿Para qué se usa la salsa Valentina?
Además de un aderezo para gran variedad de platillos, se ha usado para la limpieza de esculturas de bronce. Fue en 2013 que un trabajador en Ciudad Juárez aceptó que descubrieron que podría reemplazar a sus productos habituales de forma más económica, por lo que ante la falta de presupuesto la utilizaron para ese fin.
Todo fue luego de que cayera un bote encima de los zapatos en uno de esos monumentos. “Cuando quisimos limpiarla, la estatua se embarró de salsa y nos dimos cuenta de que brillaba. Entonces nos vino a la mente mancharla un poco más y resultó que brillaba tan bien como con el químico que nosotros usábamos”, dijo a El País.
Las personas también la han encontrado como una solución casera ante la pérdida del brillo o las manchas por el uso de los objetos, por lo que es parte de los trucos para dejarlos más relucientes:
- Ollas de acero inoxidable
- Monedas
- Joyería
- Metales.
¿Cuáles son los riesgos de ingerir ácido acético, ingrediente de la Salsa Valentina?
De acuerdo con el sitio web oficial del estado de New Jersey, en Estados Unidos, el ácido acético es un líquido incoloro de olor fuerte similar al vinagre. Si se consume la sustancia en exceso podría dañar tu organismo más allá de la gastritis, ya sea por contacto o inhalación:
- Irritación del pulmón
- Tos
- Falta de aire
- Asfixia por acumulación de líquido en el pulmón (edema pulmonar)
- Aumento de los jugos gástricos
- Quemaduras de la piel y los ojos (daño ocular)
- Irritar la nariz y la garganta.