Al parecer, los pacientes adquirieron la infección durante inyecciones de células madre realizadas en dos clínicas diferentes en el estado de Baja California.
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CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos emitieron un informe el jueves sobre tres casos de infecciones aparentemente vinculadas a tratamientos con células madre que pacientes estadunidenses recibieron en México.
En el reporte, los CDC (por sus siglas en inglés) señalaron que la infecciones de micobacterias no tuberculosas son “difíciles de tratar”, “intrínsecamente resistentes a los medicamentos” y de “crecimiento rápido”.
Los tres pacientes cuyas infecciones fueron detectadas en dos hospitales de Colorado siguen en tratamiento. Al parecer, adquirieron la infección durante inyecciones de células madre realizadas en dos clínicas diferentes en el estado de Baja California, en el norte de México. Las clínicas estaban a 269 kilómetros (167 millas) de distancia una de la otra.
En el pasado, ha habido casos de estadounidenses y mexicanos que se han infectado porque algunos médicos de México tomaron múltiples dosis de anestésicos de un solo frasco debido a la escasez u otros problemas, aunque no estaba claro si esa era una posible causa en el brote más reciente reportado el jueves.
El primer caso se reportó a finales de 2022, de una mujer que recibió un tratamiento de células madre embrionarias en octubre de 2022 para la esclerosis múltiple.
En la primavera de 2023, se descubrió que dos pacientes masculinos de Colorado tenían infecciones en las articulaciones después de recibir tratamientos con células madre en Baja California para variedades de artritis.
El informe de los CDC señala que se “aconseja vigilancia para casos similares y orientación para las personas que consideran el turismo médico”.
Anteriormente, los problemas locales con la disponibilidad de morfina y fentanilo llevaron a algunos anestesiólogos de México a adquirir sus propios suministros, llevar los frascos consigo y administrar múltiples dosis de un solo frasco para conservar su suministro.
En 2022, los anestésicos contaminados por esas prácticas causaron un brote de meningitis en el estado de Durango, en el norte de México, que causó la muerte de más de una treintena de personas, muchas de las cuales eran embarazadas a las que se les administraron epidurales. Varios estadounidenses murieron debido a un brote similar después de haber sido operados en clínicas de la ciudad de Matamoros, en la frontera con Estados Unidos, en 2023.