Entre los detenidos se encuentra Roswell Osuna Anzaldúa, quien se desempeñó como director del Departamento de Espectáculos en el Ayuntamiento de Reynosa, durante la administración del alcalde José Elías Leal.
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HOUSTON, Texas.- Un total de 47 personas fueron detenidas y acusadas de 43 cargos por supuesto tráfico de drogas y crímenes relacionados en las áreas de Houston y Galveston, en tanto que nueve más permanecen prófugos.
Los arrestos son la culminación de una investigación de tres años y medio de una operación denominada Wrecking Ball, llevada a cabo por la Fuerza de Tarea contra las Drogas y el Crimen Organizado (Organized Crime Drug Enforcement Task Force).
“Esta operación es el resultado de innumerables horas de arduo trabajo por funcionarios y agentes de diversas agencias. El departamento de justicia está comprometido a desmantelar el trabajo de los cárteles internacionales y otras organizaciones de tráfico de drogas”, señaló el Fiscal federal en esa ciudad, Ryan K. Patrick.
Entre los detenidos se encuentra Roswell Osuna Anzaldúa, quien se desempeñó como director del Departamento de Espectáculos en el Ayuntamiento de Reynosa, durante la administración del alcalde José Elías Leal.
Esta red de narcotráfico, asociada al Cártel del Golfo, era comandada por Carlos Alberto Guajardo, alias ‘Viejón’ o ‘Chato’, quien desde Monterrey dirigía la operación que incluía siete células del cártel en el sur de Texas, encargadas de distribuir las drogas, una pequeña parte a minoristas y el resto se trasladaba en camiones a otros puntos.
El ‘Viejón’ se encuentra prófugo pero enfrenta diez órdenes de arresto en Estados Unidos por tráfico de drogas, conspiración criminal y lavado de dinero, entre otros delitos, por lo que se solicitó la extradición de ese criminal a México.
La acusación, que inició en noviembre del 2018 y se dio a conocer este jueves, señala que los acusados están involucrados en una variedad de transacciones de cocaína y heroína; conspiraron para lavar dinero y realizaron transferencias ilegales de dinero sin reportarlo.
Los crímenes ocurrieron entre el 1 de febrero de 2016 y el 19 de abril del 2018; las drogas llegaban a Estados Unidos desde Colombia y México y se distribuían en Houston, Atlanta, Buffalo, Nueva York, Miami, Nueva Orleans y Norfolk.
Este proceso legal también busca el decomiso de cualquier procedimiento ilegal de dichos crímenes que a la fecha suman 3.1 millones de dólares.