El Tribunal de Casación rechazó la apelación para evitar ese recurso. El político es investigado por supuestamente recibir dinero de la heredera de L’Oreal, Liliane Bettencourt, para su campaña presidencial de 2007.
El expresidente francés Nicolas Sarkozy será juzgado por corrupción y abuso de poder, luego de que el Tribunal de Casación rechazó la apelación para evitar el juicio, vinculado con las investigaciones de que recibió dinero de la heredera de L’Oreal, Liliane Bettencourt, para su campaña presidencial de 2007.
Jacqueline Laffont, abogada de Sarkozy, confirmó este miércoles que el Tribunal de Casación dictaminó que el juicio estaba justificado, tanto para el expresidente como para el abogado Thierry Herzog y el exjuez Gilbert Azibert, por lo que deben enfrentar un juicio por cargos de corrupción y tráfico de influencias.
El caso se centra en una serie de conversaciones entre Herzog y Azibert sobre la investigación de las pesquisas de que Sarkozy aceptó dinero ilícito de la heredera de la empresa francesa de cosméticos para su reelección, en la que se estima gastó unos 48 millones de dólares, casi el doble de límite permitido.
Los fiscales sospechan que Sarkozy y su abogado estaban buscando información sobre los desarrollos en el caso L’Oreal y Sarkozy le ofreció al entonces juez Azibert un trabajo en Mónaco a cambio, según reporte de la emisora France 24.
La investigación del caso también reveló que el expresidente de Francia y Herzog a menudo se comunicaban a través de teléfonos celulares obtenidos bajo identidades falsas, en las que Sarkozy se identificaba con el nombre de Paul Bismuth.
La defensa de Sarkozy ha alegado que Azibert nunca obtuvo el trabajo ofrecido en Mónaco, lo que demuestra su inocencia, aunque la investigación determinó que el trato fracasó porque el exmandatario y su abogado se enteraron que sus teléfonos estaban intervenidos.
Los abogados de Sarkozy creen que las escuchas telefónicas son contrarias a las regulaciones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, por lo que no debería enfrentarse a un juicio.