*Una decena de expertos, entre ellos tres neurocirujanos encabezados por el doctor Arturo Ayala Arcipreste…
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Una decena de expertos, entre ellos tres neurocirujanos encabezados por el doctor Arturo Ayala Arcipreste, especialista del Servicio de Neurología del Hospital Juárez de México (HJM) de la Secretaría de Salud (Ssa), dos neuroanestesiólogos y un grupo de enfermeras quirúrgicas, extrajeron con éxito un tumor gigante intracraneal a una paciente de 39 años.
La neoplasia ocupaba la cuarta parte del cerebro de la contadora Karina Careaga. La masa, un meningioma, abarcaba ocho centímetros de largo por siete de ancho y seis de espesor, destruirla tomó siete horas de cirugía.
En conferencia de prensa conjunta con Gustavo Lugo Zamudio, director médico del HJM, Ayala Arcipreste indicó que por cada paciente con metástasis sólo hay uno con un tumor nativo del cerebro. Los meningiomas son la segunda causa de tumores en la cabeza, afectan principalmente a las mujeres en edad productiva y se desconocen sus causas. Asimismo, existe alrededor de 5 por ciento de posibilidades de que una vez extirpado reaparezca.
Careaga explicó que el tamaño el tumor ponía en riesgo su vida. Sintió cambios personales durante casi cinco años: dolores de cabeza, mal humor, llanto constante, disminución de la capacidad de concentración, cambios de conducta y convulsiones, ya que estos tumores son de lento crecimiento.
A la paciente se le practicó una resección tumoral con aspiración ultrasónica y doppler transoperatorio. Los expertos ubicaron y fragmentaron el tumor mediante un aspirador y se guiaron con una ecografía para evitar lesiones en arterias centrales.
Ante el hallazgo del meningioma gigante en la parte frontal de cabeza, especialistas del Servicio de Neurocirugía del HJM realizaron una exitosa intervención quirúrgica de extirpación del tumor sin afectar áreas vitales de su cerebro.
Ayala Arcipreste detalló que esta maniobra consiste en la localización exacta del tumor, como si se guiara por medio de un GPS, fragmentarlo y deshacerlo mediante ultrasonido; posteriormente se aspiran los residuos, sin que se toque el tejido cerebral normal.
El neurocirujano expuso que el reto más importante que enfrentó durante la cirugía de Careaga fue realizar el procedimiento sin afectar la funcionalidad del cerebro.
También fue muy importante evitar tocar o dañar las arterias carótida interna y la cerebral media, que estaban muy comprometidas, así como tener cuidado para eliminar la posibilidad de un sangrado incontrolable o propiciar un infarto cerebral.
Una resonancia magnética nos permitió constatar que no quedaron residuos del tumor y confirmar que la intervención quirúrgica había sido un éxito, ya que apenas 96 horas después se le permitió a la paciente que regresara a casa.
El especialista dijo que el tumor estaba tan grande que pudo haber lesionado áreas vitales. De no haberse atendido a tiempo, la paciente pudo haber padecido hemiplejia, alteraciones en sus facultades mentales o haber fallecido.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Estadística en Salud, de 2005 a 2013 se reportaron 9 mil tumores meníngeos de larga evolución que resultan muy incapacitantes.
Ayala Arcipreste –quien es egresado de la UNAM e hizo la especialidad de neurocirugía en el HJM y posteriormente cursó un posgrado en cirugía de base de cráneo en la Universidad de Arkansas– destacó el reconocimiento del Hospital Juárez de México como una importante escuela. En el HJM se atienden casos difíciles y complejos del cerebro que nos colocan a gran escala mundial.
La neurocirugía en ese nosocomio tiene prestigio por el alto nivel de sus especialistas, concluyó.