La investigación de la Secretaría de Comunicación y Transporte (SCT) del accidente aéreo en el que falleció Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle determinó que el colapso fue por la falta de mantenimiento.
Además, Javier Jiménez Espriú enfatizó que la tripulación; es decir, el piloto, copiloto y la empresa tenía conocimiento de que ambos actuadores lineales de alabeo se extendieron de manera simultánea, sin haber sido comandados.
“El helicóptero debió estar en tierra, no en el aire. Tuvieron varios meses de conocimiento sobre estas dificultades”, dijo Espriú.
Cabe señalar que la empresa encargada de dar el servicio, no podrá dar servicio y todo el dictamen se envió este viernes a la Fiscalía General de la República en colaboración con la Estatal y serán ellos quienes determinen y se encarguen del procedimiento.
“El accidente se debió a la “pérdida de control del helicóptero debido a un alabeo repentino hacia la izquierda, que no fue recuperado por el piloto al mando, provocando que el helicóptero se invirtiera en vuelo e impactara con esa configuración contra el terreno”
“Se pudo determinar que el alabeo repentino hacia la izquierda se debió posiblemente a que ambos actuadores lineales de alabeo se extendieron de manera simultánea, sin haber sido comandados”, enfatizó el funcionario.
Por su parte, subsecretario de Transportes, Carlos Alfonso Morán Moguel exhibió un correo electrónico en el que se solicitó mantenimiento de los actuadores lineales de la aeronave.
“El actuador que nos repararon, me lo están reportando mantenimiento que está fallando por lo que van a bajarlo de la máquina, aquí quiero saber para aplicar la garantía y poder proceder con la misma ya que sería un poco urgente porque la máquina tiene vuelos comprometidos y no la podemos parar”, indica el correo enviado a Rotor Flight Services.
La SCT enviará a la Fiscalía General de la República la investigación para deslindar las responsabilidades.