Gobierno e IP ofrecieron 100 mdd a Gómez Urrutia para dejar directiva del gremio minero

jornada.com.mx

El senador de Morena Napoleón Gómez Urrutia reveló que cuando fracasó la campaña de desprestigio en su contra y la persecución política que lo obligó a exiliarse en Canadá, el gobierno de Felipe Calderón, junto con los principales empresarios mineros, le ofrecieron 100 millones de dólares para que no regresara al país y dejara la dirigencia del sindicato nacional de trabajadores mineros.

Era junio de 2008, relató, y el emisario de tal ofrecimiento fue Alonso Ancira, dueño de Altos Hornos de México (Ahmsa), preso ahora en España en espera de extradición a México por delitos de lavado de dinero y corrupción.

Durante la presentación de su libro El colapso de la dignidad, en el que narra las injusticias, abusos y atropellos de que fue objeto en los 12 años y medio en que estuvo exiliado por la “arrogancia y complicidades de empresarios como Germán Larrea y los ex presidentes panistas Vicente Fox y Felipe Calderón, el dirigente de los mineros estuvo acompañado por el director del Fondo de Cultura Económica (CFE) Paco Ignacio Taibo II, la directora de Notimex, Sanjuana Martínez, el abogado Marco del Toro y el senador Martí Batres.

Todos coincidieron en que se debe acabar con la impunidad de los poderosos empresarios mineros. Taibo II pidió incluso que se nacionalice la mina de plata de Taxco, que lleva ya 13 años en huelga, por la intransigencia de Grupo México, de Germán Larrea.

Gómez Urrutia relató que el encuentro con Ancira se dio en un restaurante de Vancouver, el 23 de marzo de 2008. Era la tercera ocasión en que lo visitaba, en la primera, en 2006, le ofreció 10 millones de dólares y en la última elevó la cifra a 100.

Refirió que Ancira le comentó que el entonces secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, había reunido a los principales empresarios mineros, entre ellos Larrea, Alberto Bailleres y los hermanos Villarreal, para pedirles que reunieran esa suma, a fin de entregársela, a cambio de que dejara de inmediato la dirección del sindicato minero y se comprometiera a permitirles que pudieran nombrar a un incondicional de ellos como nuevo dirigente.

La respuesta que dio a Ancira, dijo, fue que ni el sindicato minero ni él estaban en venta. A la presentación del libro asistieron las viudas de Pasta de Conchos, a las que Gómez Urrutia refrendó el compromiso de seguir luchando para el rescate de los cuerpos de los 63 mineros sepultados en la mina de carbón coahuilense.

                                                         
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