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En México, la epidemia de diabetes causa 100 mil muertes al año y su control es cada vez es más complejo debido a factores como la obesidad, enfermedad que padece 90 por ciento de los enfermos. El riesgo asociado que tienen de morir por un infarto al corazón o embolia es entre dos y seis veces más alto, advirtieron especialistas de Estados Unidos y de Suecia.
Athena Philis-Tsimika, vicepresidenta del Instituto de Diabetes Scripps Whittier de Estados Unidos, resaltó que existen 13 tipos diferentes de medicamentos que dificultan el manejo clínico de la diabetes. De ahí, la importancia de la revolución
de nuevas terapias que ofrecen tanto bajar los niveles de glucosa como el exceso de peso y el riesgo cardiovascular.
Aún más útil para los médicos tratantes es la reciente incorporación a la gama terapéutica de la molécula semaglutida que proporciona a los enfermos estas ventajas con la administración de una sola dosis semanal.
El producto está disponible en Europa desde el año pasado y, de acuerdo con la especialista, quien participó en el Foro de Líderes en Diabetes, la semana pasada en Quintana Roo, la terapia, junto con la anterior liraglutida en el mercado internacional y en México desde 2009, representa un cambio en el paradigma del tratamiento del mencionado padecimiento metabólico.
Philis-Tsimika comentó que debido a su trabajo mantiene contacto con la comunidad de mexicanos que viven en San Diego, California, donde uno de los principales obstáculos que enfrentan para controlar los niveles de glucosa es la falta de adherencia a los medicamentos, además del exceso de peso corporal.
Desde hace varios años, agregó, se hizo evidente que manejar la diabetes es insuficiente mientras haya sobrepeso y obesidad, pues esta condición obliga a incrementar las dosis de los fármacos –químicos o insulina– que debería administrarse en 25 por ciento de los pacientes, aseguró Lars Ryden, del Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia.
Agregó que hace 20 años a nadie le importaba
que la gente se muriera por un mal cardiovascular ni su relación con la diabetes y a quienes sí lo hacían se enfrentaban al problema de que no había mucho para ofrecer a los pacientes.
Ahora, con las nuevas moléculas, además de mejorar el control de los padecimientos, es posible pensar en bajar 30 por ciento la mortalidad, afirmó.
Philis-Tsimika añadió que con el transcurso del tiempo han surgido diferentes medicinas, por lo cual se ha vuelto increíblemente complicado
el manejo de la diabetes.
Algo parecido ocurrió con el VIH/sida, afirmó la especialista del instituto estadunidense, hasta que surgieron tratamientos con mayor eficacia y por su formulación, capaces de simplificar su manejo.
En el caso de la enfermedad metabólica, más de la mitad de las muertes se debe a una afección cardiovascular, la cual es consecuencia del sobrepeso y la obesidad, agregó en su exposición.
En promedio, un individuo de 50 años con diabetes y sin antecedentes de enfermedad cardiovascular morirá seis años antes respecto de alguien sin problemas con la glucosa, explicó.
De hecho, de acuerdo con las investigaciones científicas, para quien tiene ese padecimiento, el riesgo de perder la vida por un evento cardiovascular es el mismo que tiene quien ya sufrió un infarto.