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Ciudad de México. La iniciativa privada está abierta a cambiar el etiquetado de la información nutrimental de los productos envasados, sin embargo mantiene su oposición a colocar hexágonos negros, porque argumentan que no se da toda la información al consumidor.
Lorena Cerdán, directora del Consejo Mexicano de Productos de Consumo (ConMéxico) indicó que se ha generado un falso debate sobre lo simple y lo complicado que puede ser el etiquetado, el cual podría impactar a 800 mil productos.
Explicó que mientras el actual etiquetado, que se encuentra al frente de los productos, contiene las porciones, la propuesta de los hexágonos negros solo advierten y no son específicos.
Indicó que al no detallar las porciones, las empresas dejarían de dar información al consumidor.
ConMéxico también argumenta que la iniciativa para cambiar el etiquetado no permite comparar entre productos similares y no permite decidir a las personas sobre lo que consumen.
Agregó que al exentar categorías diversas de alimentos, como las tortillas, no es universal ni estandarizado.
Destacó que la IP no se opone al etiquetado negro de advertencia, sino a que no se detalla. Pese a ello, comentó que no cuentan con una contrapropuesta a los hexágonos negros, pues hay muchos gráficos con los que se puede construir un nuevo etiquetado.
Cerdán indicó que si bien el 55 por ciento de la población sabe leer los etiquetados de los productos, solo dos de cada 10 personas lo usan.
De acuerdo con la directora de ConMéxico, los ajustes a la legislación sobre el etiquetado que será aprobado en octubre próximo debe apegarse a dar información, permita comparar, distinga proporciones y cada persona pueda decidir.
Incluso resaltó que de 31productos preenvasados de la canasta básica de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), de ellos 18 estarían etiquetados con uno o varios sellos.
Comentó que otros países donde se ha implementado el etiquetado obligatorio en América Latina, se han encontrado que el consumidor se vuelve indiferente a la información que se presenta en los productos.
ConMéxico pidió no sobrevalorar la iniciativa, porque se trata de un tema complejo, en el que se requiere que se involucren los tres niveles de gobierno, el sector privado y a la sociedad mexicana.