*Este miércoles fue de un intenso rescate de sobrevivientes, luego del sismo, más que de remoción de escombros en…
jornada.unam.mx
Este miércoles fue de un intenso rescate de sobrevivientes, luego del sismo, más que de remoción de escombros en los inmuebles colapsados en la ciudad. Las cifras oficiales indican que han sido salvados de las estructuras derrumbadas más de medio centenar de personas; una parte importante de ellos son de la delegación Cuauhtémoc.
En el 286 de Álvaro Obregón, colonia Hipódromo, delegación Cuauhtémoc, sumaron 28 las personas que hasta ayer se había logrado sacar de lo que fue un edificio de oficinas de seis niveles.
Sin embargo, Álvaro Byrd, que trabajaba en ese lugar, aseguró que sólo en el cuarto piso había cerca de 50 personas, por lo que estimaba que quedaban todavía en el interior cerca de 40 empleados de la empresa contable IPS.
Rescatistas indicaron que tenían localizados a cerca de 14 personas con vida en lo que era la planta baja, primero, segundo y tercer piso, y que aparatos de percepción calorífica respaldaban la cifra de 40 atrapados.
Carlos Aguilera, otro empleado de esa compañía, manifestó que entre los que no tuvieron la oportunidad de salir del inmueble hubo ‘‘compañeros que están en tratamiento médico’’, como uno con asma y otro con un padecimiento del corazón, por lo que no albergaba buenas esperanzas.
Una situación similar, de intensa búsqueda de sobrevivientes, se dio en los inmuebles desplomados de Laredo 16, Ámsterdam 25 y Puebla y Valladolid, en las colonias Roma Norte y Condesa, donde se reportaba gente aún con vida en los los edificios destrozados.
En esos sitios, los integrantes de las fuerzas armadas y de Protección Civil actuaban con cautela, poniendo polines en zonas de riesgo antes de continuar la búsqueda. Situación que por momentos se volvió preocupante al comenzar la lluvia con granizo por la noche, que por fortuna apenas duró cinco minutos.
En esta emergencia, los rescatistas también se anotaron un logro al sacar ayer con vida a José Luis Ponce Yescas, de 67 años, de una torre de departamentos que se derrumbó en Coquimbo y Sierravista, colonia Lindavista, delegación Gustavo A. Madero, y quien fue ingresado al Hospital de Especialidades Magdalena de las Salinas. La búsqueda de su hija Marisol, quien se encontraba con él, continúa, aunque sin éxito, pues no responde a las medidas de calor y sonido implementadas por los cuerpos de rescate.
Más tarde, alrededor de las 9 de la noche se anunció la recuperación de dos personas, identificadas como María y Diego. Hasta la tarde de ayer se había logrado rescatar de este inmueble en ruinas a siete personas con vida y dos muertas. Frente al riesgo de mayores afectaciones ahí, las autoridades delegacionales decidieron, por precaución, reubicar a cerca de 70 familias de inmuebles aledaños.
En Chimalpopoca y Bolívar en la colonia Doctores, de la demarcación de Cuauhtémoc, donde antes del estremecimiento de la tierra había una fábrica de textiles, hoy es territorio de grupos de rescate y de jóvenes en labores intensas de rescate de quienes ahí trabajaban.
En ese sitio, como en todos los puntos con inmuebles derrumbados, el puño en alto de los rescatistas y de los numerosos voluntarios se convirtió en un signo de esperanza de que alguien bajo los escombros sigue con vida y está haciendo ruido para que lo salven.
Casi al mediodía, los gritos de júbilo revelan el hallazgo de alguien con vida. La ayuda, generosa y solidaria, es tal que se ha desbordado y cientos de brigadistas se quedan sin poder colaborar y deambulan de un derrumbe a otro.
En este contexto, y ante la demanda de auxilio para el rescate de personas sepultadas bajo escombros, agrupaciones como las brigadas de Rescate Tlatelolco y el cuerpo de Bomberos de Cancún dan prioridad para atender edificios colapsados, donde se percibe que puede haber vida y demandan a autoridades y sociedad civil un trabajo coordinado.
La tarde y noche de ayer fue también de continuos llamados y alertas de posibles derrumbes de inmuebles, sobre todo en la Cuauhtémoc. Un ejemplo fue el caso del simbólico Edificio Canadá, que se localiza en Insurgentes y Medellín, y que cerca de las dos de la tarde se tuvo que desalojar de manera inmediata, al igual que las viviendas y negocios, pues se hablaba del inminente riesgo de colapso.
Lo mismo sucedió con el edificio Plaza Condesa, en el cruce de Juan Escutia, Nuevo León y Tamaulipas, en la Condesa, que resultó con daños estructurales, pero que durante este miércoles esuvo amagando con una inminente caída.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.