De acuerdo con Anabel Hernández, Cristina Pereyra y García Luna adquirieron costosas propiedades gracias al dinero que ‘lavaban’ con sus empresas.
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El exsecretario de Seguridad Pública Genaro García Luna ha sido objeto de escrutinio desde hace unos días debido al juicio que se inició en su contra en Estados Unidos por supuestos vínculos con el Cártel de Sinaloa.
Entre toda la información que ha circulado sobre el exfuncionario y que ha sido recopilada de los testimonios de testigos, de las autoridades y de fuentes involucradas en el tema, se encuentra la de su relación amorosa y financiera con su esposa, Linda Cristina Pereyra Gálvez.
Pese a su férrea discreción, Pereyra fue captada durante la primera sesión del proceso el pasado 23 de enero con su abrigo negro y cabello suelto mientras intercambiaba palabras de amor con el hombre a quien conoció en 2008 y que se ha convertido en el servidor público mexicano de más alto rango juzgado por autoridades estadounidenses.
Desde hace algunos años Pereyra ha decidido mantenerse alejada del ojo público pero eso no ha impedido que se revelen algunos datos que la involucran con García Luna no solo en el ámbito privado sino también en algunos de sus presuntos negocios turbios.
¿Quién es Linda Cristina Pereyra Galvez?
Linda Cristina Pereyra Gálvez es licenciada en Derecho por la Facultad de Estudios Profesionales y Posgrados. Su cédula profesional de número 11347536 fue expedida en 2018.
García Luna y Pereyra se conocieron en 2008. Según Anabel Hernández, antes de conocerse, Pereyra tenía un café al sur de la Ciudad de México que después serviría para realizar operaciones relacionadas con actividades ilícitas. También contaban con otra sucursal en Cuernavaca. Ambas operaban ante Hacienda a nombre de Pereyra.
Ambos adquirieron al menos ocho propiedades con un valor total de más de 10 millones de dólares de manera triangulada con el apoyo de empresas que recibían dinero ilegal, según los gobiernos de México y Estados Unidos.
Gracias a esos recursos, sus hijos, Genaro y Luna Sofía García Pereyra, pudieron vivir rodeados de lujos en la Ciudad de México durante el gobierno de Calderón y tras la mudanza a Florida en 2012, estudiaron en la institución privada Miami Country Day, que cobraba alrededor de 70 mil dólares de anualidad.
Tras la detención de García Luna, en noviembre de 2021, Pereyra fue demandada por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) por operaciones financieras ilegales.
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